Se pueden cubrir 2.152 kilómetros con 43,06 litros de gasóleo.`Suena difícil, porque supondría consumir sólo 2,0 l/100 km, pero el 208 BlueHDi 100 lo hizo el año pasado. Fue, eso sí, en una pista de pruebas, a velocidad 'tranquila' y con expertos de Peugeot al volante, siempre bajo la supervisión de comisarios técnicos independientes. Ya os podemos decir que en carretera abierta, y manteniendo cruceros normales, emular semejante hazaña no es posible, pero el test de la firma francesa pone de manifiesto el potencial de un coche ligero -es una de las ventajas de mantenerse por debajo de los cuatro metros- y con un motor constantemente actualizado, pues el veterano y robusto 1.6 turbodiésel, que se caracteriza por su culata de dos válvulas por cilindro, se llama ahora BlueHDi y presume de economía y fuerza. Y de bajas emisiones, tanto por los 90 g/km de CO2 de media como por eliminar los óxidos nitrosos gracias a su catalizador SCR con aditivo AdBlue, cuyo depósito de 17 litros da para unos 20.000 kilómetros de uso. Y aunque el llenado se hará en el taller aprovechando las tareas normales de mantenimiento, no nos gusta la ubicación del tapón, bajo la rueda de repuesto, que a su vez va debajo del maletero.
La actualización del 208 en 2015 afectó a la imagen exterior, pero también a un habitáculo -amplio para tratarse de un utilitario que no alcanza los cuatro metros- cuya particularidad es el puesto de conducción i-Cockpit, con volante pequeño, instrumentación sobreelevada y pantalla táctil muy a mano. Para gustos, los colores, pero personalmente, a mí me convence. La calidad general sigue siendo buena y el modelo francés presume ahora de más tecnología, tanto en el capítulo de la seguridad -incluye la frenada automática de emergencia a baja velocidad Active City Brake- como en materia de conectividad -el Mirror Screen reproduce las funciones del smartphone en la pantalla de 7 pulgadas- o de confort, pues adopta cámara de visión trasera o sistema Park Assist de asistencia al aparcamiento.
GT Line, con aire deportivo
Y el 208 sumó a su oferta el acabado GT Line, 950 euros más caro que el ya exclusivo Allure y que le da un toque deportivo. Un 208 BlueHDi GT Line de cinco puertas no es barato, pero los 20.400 euros bajan ahora a 18.000, y la dotación es muy completa: ocho airbag, retrovisor interior fotosensible, climatizador bizona, sensores de luz y lluvia, pedales de aluminio, tapicería mixta de tela y cuero, llantas de aleación de 17 pulgadas…
En cuanto al motor, sus 100 CV de potencia y 25,9 mkg de par garantizan unas prestaciones satisfactorias. Quizás sea excesivo hablar de 'deportividad', y para eso ya está el BlueHDi 120 o el PureTech 130 de gasolina, pero se desenvuelve bien en carretera -en ese entorno muestra un ágil comportamiento- y gasta bastante poco, pues le hemos medido 5,2 l/100 km de media y resulta muy fácil bajar de cinco.
La clave
Me parece un gran coche el 208, porque sin rebasar los cuatro metros de longitud -su talla le concede mucha agilidad en ciudad- ofrece amplitud y un buen maletero. Y podemos elegir entre tres y cinco puertas. Además, es agradable, cómodo y seguro, y con el diésel BlueHDi 100 anda bien y gasta realmente poco.
