Sin grandes sorpresas, pero con un tono general optimista y confiado. Así podemos resumir la 86 edición del Salón del Automóvil de Ginebra. Parece que la industria toma velocidad de crucero tras los avatares del 'dieselgate' y a las puertas de nuevos retos a los que hincarle el diente, como la conducción autónoma, algo a lo que están todos atentos y que se anuncia como la próxima gran revolución en el mundo del automóvil. De hecho, algunos ya han puesto fecha; por ejemplo Nissan tendrá en 2017 un Qashqai que podrá circular de forma autonóma en un carril manteniendo la distancia con el coche que le precede y manteniendo el coche en el carril. Es el primer paso, pero no será el único.
Los deportivos: objetos de deseo
Pero aunque se haya hablado mucho de conducción autónoma la realidad del salón, de lo que hemos visto en los stands, todavía no está en la conduccción autonóma. De hecho, un puñado de las novedades más llamativas que hemos podido ver en el Palexpo tienen que ver con los deportivos, precisamente esos modelos que no se entienden sin un conductor al volante. Nos fijamos en los imponentes Lamborghini Centenario o Bugatti Chiron; también, por supuesto en el Ferrari GTC 4 Lusso. Y no nos olvidamos de dos británicos elegantes y rabiosamente deportivos como el Jaguar F-Type SVR o el Aston Martin DB11.
Si bajamos un poco el listón económico no perdemos ni encanto ni espíritu racing. Uno de los modelos más admirados ha sido la interpretación de Abarth del Fiat 124; pura adrenalina. Más deportivos que han llamado la atención, el Porsche 718 Boxster o el sorprendente concept de DS E-Tense con sus 402 caballos eléctricos, el elegante Infiniti Q60 o el Lexus LC 500h. Seguro que para ellos habrá en algún momento una alternativa de conducción autónoma, pero por el momento, están pensados todos ellos para conducir y disfrutar al volante.
SUV: Una moda imparable
Otra de las tendencias que se mantiene por lo visto en Ginebra, es el poder de los SUV y crossover de todo tamaño, categoría, precio… Y como la oferta es tan amplia cada vez se buscan más puntos de distinción. Por eso, en este salón hemos visto nuevas tendencias… incluso a pares. Un ejemplo, hasta ahora no había ningún SUV compacto híbrido y, de repente, ya tenemos dos. Kia mostraba el Niro, con un consumo medio de 3,8 l/100 km y 141 caballos y Toyota mostraba el anguloso CH-R con 122 caballos y menos de 90 g/km de emisiones de CO2. También tenemos dos SUV descapotables. El primero el ya conocido Range Rover Evoque Convertible y el segundo -aunque sólo es un concept- el Volkswagen T-Cross Breeze, un coche que anuncia el futuro SUV sobre la base del Polo, tal vez el segundo modelo que fabrique la factoría de Landaben.
Por supuesto era gran novedad entre los SUV el Audi Q2, un modelo que además da un giro en el diseño de la marca de los aros. También el Ateca de Seat acaparaba miradas. Y en la otra marca del grupo, Skoda, el Vision S mostraba las líneas maestras del futuro SUV de 7 plazas. Infiniti QX30, el renovado Peugeot 2008, el Mitsubishi eX Concept, los Premium, dos concept de Nissan sobre la base del Qashqai y el X-Trail, el renovado Ford Kuga, o las variantes Vignale del Kuga y el Edge. el también renovado Hyundai Santa Fe, el futuro Subaru XV Concept… Pero sobre todo, como novedad absoluta, llamaba la atención el Maserati Levante, mucho tiempo esperado.
Ese empuje de los SUV no se reflejaba, por ejemplo, en los utilitarios, donde las novedades eran tirando a escasas. El Volkswagen up, renovado, tal vez fuera lo más llamativo; lo mismo que el nuevo DS3, ya con los códigos estéticos de la marca premium francesa. Y utilitario, pero deportivo, aparecía el Ford Fiesta ST. También estaba el Citroën e-Mehari, un utilitario diferente con su motor eléctrico y su estética desenfadada. Los designios del mercado van por otros derroteros, más lejos de los utilitarios.
Compactos: vuelve el Fiat Tipo
Un escalón por arriba, en los compactos, sí podíamos ver algunas novedades de peso en el mercado. Posiblemente la más llamativa era la vuelta del Fiat Tipo de verdad. La versión de cinco puertas del compacto italiano compartía protagonismo con el Tipo familiar en un stand, el de Fiat donde ya no todo es 500. Al lado, en Alfa Romeo, podíamos ver el renovado Giulietta. Y más compactos de moda; por supuesto el Opel Astra, recién reconocido como Coche del Año en Europa. Pero no paraban aquí los nuevos modelos. Honda llevaba a Ginebra el avance de su futuro Civic, por primera vez un modelo global. Volvo renovaba la imagen del V40…
Precisamente la marca sueca era una de las que animaba un tipo de coches que, pese a que en España siguen sin arrancar, son muy apreciados en el resto de países europeos; y por ello en Ginebra veíamos interesantes novedades entre los familiares. En Volvo, en concreto, teníamos el V90, su buque insignia familiar. Ya hemos hablado del Tipo SW y en Kia aparecía por primera vez la carrocería familiar del Optima. Y también se estrenaba la variante más práctica de la familia Mégane, el Sport Tourer.
Renault Scénic: 20 años después
Este Mégane compartía protagonismo con una de las estrellas del salón: el Renault Scénic. 20 años después, tras haber inventado un segmento de éxito seguido por todos los fabricantes, los monovolumen al uso prácticamente han desaparecido del mapa. Por eso el nuevo Scénic mezcla el concepto monovolumen bajo una apariencia exterior de 'crossover'; lo mismo que han hecho con el Espace. Si los monovolumen al uso no están de moda, otra de las novedades de Ginebra ha venido de la mano de uno modelo ideal para viajes; hablamos del Citroën SpaceTourer, Peugeot Traveller y Toyota ProAce Verso, las variantes de pasajeros (equipadas hasta los dientes y con una calidad tremenda) de la gama de comerciales que han desarrollado el Grupo PSA junto a Toyota.
Las berlinas mostraban su 'decadencia' comercial con pocas novedades. La más llamativa, sin duda, era el Alfa Giulia ya en sus versiones 'normales', tras haber presentado el pasado año la variante hiperdeportiva QV. Había variantes, eso sí, como el BMW 740e, el nuevo Bentley Mulsanne o el Mercedes Maybach S600 Guard… Pero en general, poca cosa. Eso sí, posiblemente uno de los concept más atractivos de la muestra, el LF LC de Lexus, que anuncia el futuro LS, contaba con este tipo de carrocería.
Descapotables, hemos ido mencionando algunas novedades, pero la más real y la de mayor repercusión en el mercado era el Mercedes Clase C Cabrio, el modelo que completa la gama de la berlina media de la estrella y que era lo más noticiable de la marca alemana.
Hibridos, eléctricos… mucho que contar
Queda por hablar de los híbridos, eléctricos, pila de combustible… Las energías alternativas que cada vez tienen mayor peso. Y aunque había decenas de modelos que exploran este tipo de propulsión, nos vamos a centrar en las novedades más reales. Nissan, auténtico líder en eléctricos con el Leaf, traía éste en su versión de 30 kWh, lo que significa una autonomía que crece un 26 por ciento hasta los 250 kilómetros (una cifra más que respetable y que ya empieza a callar a los que ponen la autonomía como excusa para que no triunfen este tipo de coches). En Hyundai la gama Ioniq, con tres alternativas: eléctrica, híbrida convencional e híbrida enchufable, convierte a la marca coreana en abanderado de este tipo de propulsión. Toyota traía la nueva generación del Prius y también el Mirai, su modelo de hidrógeno. En Renault, aunque aún no estaban visibles, se anunciaba variantes híbridas también para el Scénic. El Kia Optima Plug in hybrid con 54 kilómetros de autonomía eléctrica también era novedad.
Un buen puñado de modelos, en definitiva, para un salón que tal vez sea el último donde los coches 'convencionales' sean los grandes protagonistas. Porque si la la tendencia sigue así, tal vez el año que viene hablemos más de los coches que nos conducen que de los que conducimos… Tiempo al tiempo.
