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Seat Ateca. Una raza con futuro

La llegada tardía a la categoría SUV no ha significado sino un estímulo para los integrantes de Seat, que han puesto toda la carne en el asador haciendo del nuevo Ateca uno de los lanzamientos más importantes de este año, porque además llega a uno de los segmentos de moda, donde se va a pelear con Nissan Qashqai, Volkswagen Tiguan o Kia Sportage.

Al Seat Ateca, situado en el corazón del Segmento C-SUV con 5 plazas y una longitud de 4,36 m, le seguirá a medio plazo otro SUV del Segmento B (tipo Peugeot 2008, Renault Captur, etc), consolidando la presencia de la marca española en las categorías de mayor crecimiento del mercado europeo. El Ateca es, pues, el primero de una nueva raza de modelos para responder a las demandas crecientes de gran parte de los usuarios.

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Dentro, espacio y calidad

Posición de conducción elevada, calidad percibida y gran amplitud son 3 de las notas más destacables del interior del Ateca. Su conductor se sienta 125 mm más alto que en un León. Esa mayor altura facilita el acceso a los asientos y proporciona más visibilidad, muy apreciada tanto en uso urbano como fuera de carretera.

El salpicadero recuerda en sus rasgos principales al del Seat León, pero es específico del Ateca, y cambia sus formas; lo preside la pantalla central de info-entretenimiento, de 6,5 a 8 pulgadas según versiones. Está rematado con esmero y con detalles cromados que elevan el nivel de calidad percibida.

Con una distancia entre ejes de 2,63 m (frente a 2,60 m del anterior Volkswagen Tiguan y 2,68 m del nuevo), el habitáculo de los pasajeros proporciona una gran sensación de amplitud para 5 ocupantes. El acceso al maletero se ve facilitado por un portón posterior que abre hasta la altura del parachoques; su capacidad es de 510 litros en las versiones de tracción delantera, y de 485 litros en las de tracción total. A más largo plazo y en función de la demanda del mercado, siempre sería factible un Seat SUV con 7 plazas, como sí ofrecerán el Volkswagen Tiguan y el Skoda derivado del concepto Vision-S, pero ya con una longitud en torno a 4,7 m y mayor distancia entre ejes.

Fuera, diseño a raudales

El Seat Ateca es un coche bien proporcionado, y ese es uno de los aspectos clave de su diseño para gustar. Tiene más presencia que un León, y el aire de familia es indiscutible. Sin embargo, abandona la doble nervadura lateral a favor de una sola, situada por encima de las manillas de las puertas.

Siempre de perfil, los pasos de ruedas, algo más cuadrados que los del León, le dan parte de ese carácter ?todo-terreno? tan valorado en este tipo de vehículos. La solidez es otra de las características que trasmite su diseño, bien plantado sobre unas ruedas de hasta 19 pulgadas de diámetro.

El equipo que dirige Alejandro Mesonero-Romanos ha logrado asimismo un aspecto muy dinámico con el diseño del frontal en X, en cuyas esquinas se sitúan los grupos ópticos. El toque aventurero se lo dan unas protecciones adicionales en la parte inferior del parachoques delantero; las del parachoques posterior, bajo unos pilotos triangulares que recuerdan a los de Audi, integran las salidas de escape.

También incorpora la llamada luz de bienvenida: al desbloquear las puertas, los LED de los retrovisores proyectan en el suelo el nombre y la silueta del Ateca, como en el Ford Mustang. Cuando el conductor entra en el coche, recibe otro 'saludo': el parpadeo del anillo de luz que rodea al botón de arranque.

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Tracción delantera o tracción total

El Seat Ateca se pone a la venta este verano en versiones de tracción delantera o 4×4. El mando rotatorio Seat Drive Profile situado en la consola central permite seleccionar entre los diversos perfiles de conducción que ofrece: '0ff-Road', nieve, etc… El conductor también puede seleccionar los modos Sport, Individual, etc.

Los componentes mecánicos del Ateca son básicamente los del León, con alguna novedad como el ligero motor 1.0 TSI (turbo e inyección directa). La oferta inicial es la siguiente: en diésel, 1.6 TDI 115 CV, 2.0 TDI 150 CV y 2.0 TDI 190 CV, con unos consumos homologados entre 4,3 y 5,0 l/100 km, y unas emisiones de CO2 entre 112 y 131 gr/km; en gasolina, 1.0 TSI 115 CV (tricilíndrico, estrenado en el VW Golf) y 1.4 TSI 150 CV con sistema de desactivación de cilindros, respectivamente con unos consumos de 5,3 y 6,2 l/100 km, y unas emisiones de CO2 de 123 y 141 gr/km. Junto a las cajas de cambios manuales, estará disponible también el cambio automático DSG de doble embrague.

Nuevas tecnologías

Según versiones, el Seat Ateca también incorpora otras tecnologías avanzadas, como el Trafic Jam Assist, un sistema de ayuda para conducir en atascos, en los que acelera y frena automáticamente hasta 60km/h; a más velocidad, proporciona asistencia con control de velocidad y mantenimiento del carril. Va ligado al cambio automático y al control de velocidad de crucero adaptativo ACC.

Si el conductor da señales de fatiga, el sistema Emergency Assist envía primero una advertencia visual, a continuación otra acústica, y realiza una breve frenada. Si el conductor no reacciona, el coche se detiene automáticamente.

Siempre según niveles de equipamiento (con el acabado Xcellence como tope de gama), el Ateca puede disponer también de faros Full LED, control de crucero adaptativo ACC con sistema Front Assist, sistema de reconocimiento de señales de tráfico, detección de ángulos muertos, asistente de salida del aparcamiento, etc.

A nivel de conectividad, el nuevo modelo está a muy buen nivel: última generación del sistema de info-entretenimiento Easy Connect, conexión Seat Full Link con funciones de Apple Car Play y Android Auto, y aplicación Seat ConnectApp. Otro detalle práctico es la denominada Connectivity Box de la consola central para carga inalámbrica de teléfonos móviles.

Con estas señas de identidad, a las que Seat promete una atractiva relación calidad/precio, «el Ateca pretende convertirse en el tercer pilar de la marca siguiendo el éxito del León y el Ibiza«. Lo dice Luca de Meo, presidente ejecutivo de la compañía.