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La nueva cara del Citroën C-Elysee

No es el más popular de los modelos de su gama, ni está en el segmento más demandado del mercado. Pero el C-Elysee de Citroën es un modelo importante como familiar de acceso en muchos mercados emergentes. Y en otros países desarrollados, una alternativa a modelos y marcas low cost.

Y si es un modelo importante para la marca francesa, aún lo es más para España, pues el C-Elysee se fabrica en exclusiva en la factoría de PSA en Vigo, de donde sale, además, su 'primo gemelo' el Peugeot 301, un modelo destinado cien por cien a la exportación.

Ahora, la marca de los chevrones ha decidido renovar la imagen de esta berlina de tamaño medio y gran maletero -mide 4,4 metros de longitud y su capacidad de carga supera los 500 litros- que puede rivalizar con modelos como el Dacia Logan. Un coche de precio ajustado, motores eficientes y contrastados, con cierta sencillez tecnológica, pero alta fiabilidad.

Y para que todo eso siga siendo un argumento de venta importante, debe acompañar además la imagen. Y por eso la marca francesa ha presentado ya en la oficina de patentes el diseño del nuevo C-Elysee, del cual no tenemos más datos.

Con la cara de los nuevos Citroën

Los rasgos principales no parecen cambiar, ni creemos que las dimensiones. Sigue manteniendo los clásicos tres volúmenes con su maletero separado. Pero en el frontal vemos que el cambio es evidente y adapta el estilo de las últimas creaciones de la marca, como el C5 Aircross o el Berlingo. Cuenta con una gran entrada de aire ovalada, sobre la que se sitúa el doble chevron que recorre el frontal de un lado a otro integrándose con los faros.

También hay nuevo estilo en la parte trasera, donde cambia la forma de las luces y también la tapa del maletero, cuyas lineas laterales parecen rectas en lugar de las curvas que hace para bordear los faros en el actual C-Elysee. La matrícula mantiene su ubicación integrada en el paragolpes.

En cuanto al lanzamiento de este modelo, no sabemos nada por el momento, aunque lo normal es que no tarde demasiado en hacerse oficial.