El número de conductores que se van a ver afectados por las normas anticontaminación en España es mucho más alto que en otros países de la Unión Europea. El parque automovilístico de España está muy envejecido y los planes para eliminar los coches más antiguos de la Unión Europea van a causar estragos entre los conductores españoles.
Se estima que en España hay más de 25 millones de turismos y todo terrenos, de los cuáles dos millones de unidades corresponden a vehículos de de gasolina con más de 20 años, y cinco millones de modelos diésel que superan los 15 años de antigüedad. Sumando estas cifras se obtiene que casi 7,5 millones de coches se verán afectados de manera inminente por la creación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) por todo el país.
Un impulso a la venta de eléctricos
Quiénes desde luego sí ven con buenos ojos estas restricciones son los fabricantes de coches, que encuentran en esta medida la forma ideal para impulsar las ventas de coches eléctricos. El director general de Kia en España, Eduardo Dívar, considera que se deberían poner en marcha las ZBE a partir de 2023 tal y como recoge la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, y asevera que no están fabricando un número tan alto de coches eléctricos por gusto, sino porque “les han obligado y el consumidor tiene que comprarlo».
En su opinión, la entrada en vigor de las zonas de bajas emisiones supondría cuadriplicar la venta de coches eléctricos puros. Según sus cifras este año se van a duplicar las ventas con hasta 40.000 unidades. Aunque los híbridos enchufables son la opción favorita de los conductores y podrían llegar a alcanzar las 80.000 unidades. También considera necesario para aumentar las ventas el fortalecimiento de la infraestructura de recarga y que se aplique un IVA cero para la compra del coche eléctrico puro, o el IVA reducido para el híbrido enchufable.
