AVA es la abreviatura de la frase en latín 'ad vitam aeternam', que podemos traducir como 'a la vida eterna'. Pero también es el nombre de la nueva compañía que pretende convertir al legendario Corvette de segunda generación en un superdeportivo del Siglo XXI equipado con una poderosa mecánica eléctrica.
Detrás de este ambicioso proyecto se encuentran dos importantes diseñadores, como son Ian Callum y Peter Brock. Este último se convirtió en el diseñador más joven de General Motors y en el año 1957 se le ocurrió el boceto original que finalmente se materializaría en el Corvette C2 lanzado al mercado en 1963.
Siempre eléctrico con entre 1.200 y 2.000 CV
El objetivo de ambos es el de convertir en una realidad un vehículo que ofrezca 'un rendimiento hipermoderno envuelto en el cuerpo y el alma de un clásico'. Y para arrancar se han decantado por una de las generaciones más icónicas del Corvette, con el que esta futura criatura de AVA comparte gran parte de sus líneas exteriores, entre las que no podían faltar la luna trasera dividida.
Bajo esta carrocería de aire retro se esconderá una mecánica totalmente eléctrica. Ahora bien, se ofrecerán diferentes versiones que oscilarán entre los 1.200 y los 2.000 CV de potencia, siempre con tracción a las cuatro ruedas. Por el momento no hay detalles sobre las baterías que utilizará, pero se sabe que entre su elenco de ingenieros se encuentran expertos que han participado en el desarrollo de criaturas tan especiales como el Jaguar C-X75 o el Aston Martin Rapide E.
Se dice que a finales de este mismo mes de febrero se darán a conocer nuevos detalles sobre este deportivo que se fabricará de forma muy limitada en unas artesanales instalaciones en Irlanda. Y no es pera menos, porque se rumorea que sus precios van a oscilar entre 1,4 y 2,4 millones de dólares, que equivalen a 1.160.000 y 1.990.000 euros al cambio. Y por semejante cuantía puedes llenar tu garaje y el de tu vecino con Covette C2 originales.
