Entre los diferentes sistemas ADAS que el Parlamento Europeo va a obligar a los fabricantes a incluir obligatoriamente en todos los coches nuevos a partir de este año se encuentra el Detector de Fatiga.
La Unión Europea en su batalla por reducir el número de accidentes y víctimas de tráfico cada vez introduce más sistemas electrónicos de seguridad en los coches. Uno de los sistemas que incorporan algunos vehículos desde hace tiempo es el Detector de Fatiga. A partir de este año, todos los coches nuevos que se fabriquen estarán obligados a incorporar el Detector de Fatiga en el equipamiento de serie.
De esta manera se quiere reforzar la seguridad de los conductores y acompañantes y de otros usuarios de las vías públicas a través de la tecnología. Los fabricantes y las empresas auxiliares crean y adoptan cada vez un mayor número de ayudas electrónicas a la conducción en el camino hacia el coche autónomo y a la reducción de las víctimas por accidente a cero.
Reconocimiento de la fatiga del conductor
El Sistema de Detección de Fatiga puede utilizar diversas tecnologías, según cada marca. Los asistentes más avanzados utilizan una cámara de reconocimiento facial, monitorizando determinados patrones. Por ejemplo, siempre tienen en cuenta un exceso de parpadeo o examinan la dirección de la mirada, que ésta esté puesta en la dirección adecuada. También en la mayoría de los casos controla la posición de la cabeza y las expresiones de cansancio en la cara.
Todos los Sistema de Alerta de Fatiga controlan el tiempo que lleva el conductor sin detenerse, si han transcurrido más de dos horas desde la puesta en marcha del vehículo. Este control del tiempo lo hace a través de la ECU del vehículo, de la centralita del motor en la que se han introducido los patrones para gestionar el aviso a través de la instrumentación.
