Ya se han dado a conocer muchos de los detalles que esconde el nuevo Sportage de Kia, y ha sido precisamente la compañía quien los ha proporcionado, por lo que son datos de los que poder fiarse.
Gasolina y diésel para empezar
El nuevo modelo se venderá tanto en versión corriente como en versión larga, aunque esto dependerá del mercado en el que nos encontremos. Lo que sí se sabe es que tendremos un buen puñado de motorizaciones entre las que elegir, partiendo de que en su llegada ya podremos optar por un gasolina o un diésel. El primero es un 1.6 TGDi de cuatro cilindros que genera 180 CV de potencia, mientras que la variante diésel, que es un 2.0 turbo, eleva la potencia hasta los 185. El 1.6 TGDi lleva asociada una caja de cambios automática de doble embrague y siete marchas, aunque una manual de seis relaciones también se ofrecerá.El modelo diésel contará de serie con una transmisión de ocho velocidades automática, que además se ha optimizado añadiéndole una nueva bomba de aceite.
Más adelante llegarán más opciones, entre las que tendremos versiones híbridas e híbridas enchufables.
En cuanto a lo que se esconde bajo su renovado aspecto, del que hablaremos un poco más adelante, Kia ha equipado al nuevo Sportage con su nuevo Terrain Mode, que cambia de manera automática los ajustes del coche dependiendo de las condiciones: nieve, barro, arena… Los modos de conducción también afectan al comportamiento del coche, y tenemos varios donde elegir, pues el nuevo Sportage cuenta con cuatro distintos: Comfort, Eco, Sport y Smart.
Salto en presencia
Y como hemos dicho antes, le toca el turno al diseño, clave a la hora de atraer nuevos clientes. Y parece que Kia se ha tomado en serio esto, porque sus últimos modelos -véase el eléctrico EV6, el atractivo Optima o el deportivo Stinger– son de lo mejorcito que ha desfilado por las fábricas del fabricante. Pues bien, el Sportage 2021 ha querido seguir esta línea y muestra un diseño mucho más trabajado, refinado y moderno que su antecesor, lo que hace que de un salto en calidad y en presencia, acercándolo a rivales más caros. En el frontal encontramos una parrilla de gran tamaño que está flanqueada por las luces LED diurnas en forma de boomerang. Como opción podremos poner también el techo en color negro, elemento que hará un bonito contraste con toda la línea de detalles cromados que recorre el coche. En la zaga, sus luces LED ayudan a diferenciarlo del resto, además de darle un aspecto más actual. Para acabar de darle el toque, Kia ofrece llantas de 17, 18 y 19 pulgadas, varios acabados, entre los que se incluye el X-Line; más campero, o el GT Line; más deportivo.
Y en lo que respecta al interior, el Sportage suma y sigue, siguiendo la misma dirección que el resto del coche, que parece querer subir de categoría. Tras el volante y coronando el salpicadero, encontramos una pantalla corrida que nace de la unión de dos: el cuadro de instrumentos digital y la pantalla central, ambas con 12 pulgadas como dimensión y unidas bajo un mismo panel acristalado, dando la sensación de que estamos ante una enorme pantalla curva continua.
