Si has decidido ser ciclista, especialmente urbano, supone que de manera especial te vas a someter a la interacción con los vehículos que se desplazan a motor y los peatones.
Esta situación intermedia, de alguna manera pudiera considerarse privilegiada, independiente, arriesgada, y un sin fin de calificativos, que lejos de alejarte del cumplimiento de las normas de trafico, lo que resulta es que acentúa la posibilidad de accidentes de mas gravedad, si alteras alguno de los preceptos que en la ley de trafico se contextualizan.
Controles de alcoholemia, móvil y otras
Con referencia a los controles de alcoholemia y drogas, aunque pueda parecer inverosímil, ya se realizan con asiduidad y estas obligado a realizar la prueba. Las sanciones están tipificadas como muy graves, cuando se superen los limites y se aplican los mismos baremos que para un conductor a motor. Es decir, 500-1000 euros, dependiendo de la tasa positivada y la reincidencia, pero no existe la retirada de puntos.
El teléfono móvil tampoco se puede usar, junto con los auriculares y otros dispositivos. Es causa de distracción y esta catalogado como infracción grave, lo que supone 200 euros de multa.
También son infracciones graves, no respetar las señales de trafico tanto verticales como marcadas en la vía, no llevar o no usar los luminosos pertinentes, no dar prioridad a los peatones, tanto en los pasos de cebra como en zonas peatonales por la que si puedas circular, no usar el caso protector, no guardar las prioridades genéricas en las intersecciones o incorporarse a otras vías sin precaución y muy importante, no usar el arcén para circular en carretera cuando este libre para hacerlo.
