El presidente de la Alianza Renault Nissan Mitsubishi, Carlos Ghosn, ha sido arrestado en Tokio por haber cometido un posible fraude fiscal. La detención se ha producido tras las «faltas graves» detectadas por Nissan en un investigación interna, que también implica a Greg Kelly, otro alto cargo de la empresa, también detenido.
El directivo franco-brasileño considerado el ejecutivo extranjero más influyente de Japón, pudo haber ocultado al fisco 5.000 millones de yenes (38,8 millones de euros) de su salario, además de desviar fondos de la empresa para usos personales. La noticia del arresto del también presidente de Nissan y Renault ha producido el desplome de las acciones de ambas compañías.
El consejero delegado de Nissan, Hiroto Saikawa, asegura que Ghosn será cesado de todas sus funciones en Nissan Motor, por hechos que «no puede tolerar la compañía». También apunta, que la Alianza no se verá afectada por el comportamiento de su artífice y máximo directivo.
Renault a la espera de informaciones precisas
Por su parte, Renault, donde Ghosn ocupa la presidencia y dirección general, asegura que el Consejo de Administración se reunirá cuanto antes. En una nota, que no menciona la detención, Philippe Lagayette, Administrador referente de Renault, y los Presidentes de los Comités del Consejo de Administración, Marie-Annick Darmaillac y Patrick Thomas, expresan su adhesión a la defensa de los intereses del Grupo Renault en la Alianza, tras reconocen conocer el comunicado difundido por Nissan. De momento «quedando a la espera de informaciones precisas provenientes de Carlos Ghosn, Presidente -Director General de la empresa.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, aseguras que el Estado, «como accionista, que detenta el 15 % del accionariado, estará extremadamente vigilante con la estabilidad de la alianza, del grupo y de sus empleados, que tiene todo el apoyo del Estado».
