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BMW X6 M50d. El perfecto anti 'M'

Si al nacer el BMW M1 alguien les hubiera dicho a los ingenieros que en su gama habría un crossover con tracción total y diésel, les hubieran tildado de herejes.

Es cierto que este BMW X6 M50d no es un M puro y duro, sino un M Performance, y que para los clientes fieles a los genes M existe el X6 M de 575 CV y 139.900 euros.

En cualquier caso BMW M GmbH es quien desarrolla su propulsor, con tres turbos -dos pequeños en paralelo y uno más grande en serie- para extraer 381 CV y un par máximo de 75,5 mkg. El 'angelito' se conforma con un consumo medio de 6,6 l/100 km, un 'mechero' comparado con los 11,1 l/100 km que homologa el X6 M.

Pero en realidad hay que hablar de un gasto real de 8,3 l/100 km, pues hay que tener en cuenta que presenta un coeficiente aerodinámico de 0,36 y que su peso equivale a dos Mini One. También influyen estas llantas opcionales, con gomas 275/40 R20 delante y 315/35 R20 detrás, que tiran por tierra la economía familiar cuando toca sustituirlos.

Acorde al precio es su interior. Amplio para cuatro y justo para un quinto, y su calidad no tiene nada que objetar. Tampoco su tecnología, donde a base de opciones con cifras de cuatro dígitos para arriba, puede sumar todo lo que imaginemos.

Un motor sorprendente

Su propulsor es una obra maestra que lo mueve como si de un utilitario se tratase, pero con un puesto de conducción elevado. Por su corpulencia, la ciudad no le atrae, pero se alía con el Auto-Start-Stop y un cambio automático con 8 velocidades que hace que nos olvidemos de las levas en su volante.

En carretera abierta es otro cantar, pues rueda con un aplomo sobrenatural, y entre su peso, su tracción xDrive y sus neumáticos, parece levantar el asfalto. Ahora bien, mejor conectar el limitador para no pecar, pues su motor gira a sólo 1.790 rpm al máximo permitido en autovía, y los alcanza en 7,5 segundos arrancando desde parado gracias a la función Launch Control -de 0 a 100 km/h tarda lo mismo que un Audi Q7 V12 TDI de 500 CV-. Y es que este motor es digno del emblema M, pues ni siquiera su sonido se asemeja al de un diésel.

Las curvas son otro cantar ya que las inercias se notan aún con unas suspensiones adaptativas que varían su forma de trabajar en función del modo elegido -ECO PRO Comfort, Sport y Sport+-. Pero en Sport+nuestro protagonista es capaz de plantar cara a un X6 M, ya que los parámetros de ese modo le permite enlazar curvas y curvas a un ritmo increíble y desde una perspectiva inusual.