comscore

Rodin FZero. Tan rápido como un Fórmula 1… O más

En Nueva Zelanda hay una pequeña empresa llamada Rodin Cars, la cual está trabajando en un ambicioso proyecto que dará como resultado un superdeportivo extremo que según dicen, podrá utilizarse tanto en circuito como en carretera. Se trata de este Rodin FZero.

Y cuando nos referimos a superdeportivo extremo queremos decir que será lo más parecido a un Fórmula 1 en cuanto a sensación de conducir y promete una experiencia única, que reducirá a cenizas los objetivos marcados por el salvaje Aston Martin Valkyrie.

Tres opciones mecánicas para 605 kilos

Además, lejos de otras artesanales firmas que finalmente quedan en nada, detrás de Rodin hay dinero, mucho dinero; pues su propietario, un australiano llamado David Dicker tiene una gran fortuna gracias a desarrollar todo tipo de software. Además tiene un sueño con cuatro ruedas que quiere materializar a toda costa.

Este FZero contará con varias versiones y la de acceso tendrá un corazón 4.0 V10 atmosférico, el cual podrá generar 700 CV de potencia. Si no es suficiente, esta mecánica ofrecerá una variante sobrealimentada que podrá generar 1.000 y 1.600 CV de potencia dependiendo de tus necesidades.

Semejantes niveles de potencia se combinan con un peso realmente contenido, porque Rodin promete que su monoplaza se quedará en unos ajustados 605 kilos incluyendo el conductor, lo que se traduce en una relación peso/potencia de 0,86, 0,60 y 0,38 kg/CV respectivamente.

Para pegarlo al asfalto se está desarrollando una elaborada carrocería de material compuesto, que según dicen podrá generar hasta 4.000 kilos de carga aerodinámica, más del doble de lo que podrá generar un Aston Martin Valkyrie AMR Pro, que se conforma con 1.800 kilos. Esto proporcionará un paso por curva realmente sorprendente y gran estabilidad a alta velocidad.

Rodin se está asociando con importantes fabricantes, porque su transmisión secuencial de ocho velocidades la está creando el especialista Ricardo, mientras que el motor será construido de forma artesanal por Neil Brown Engineering en el Reino Unido y tras él se esconden veteranos que trabajaron en la época dorada de Cosworth.