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Líquido refrigerante: así es, para qué sirve y cada cuanto tiempo tienes que cambiarlos

¿Qué sería de nosotros sin el líquido refrigerante del coche? Se trata de uno de los fluidos que no pueden faltar en tu vehículo. Basado en etilenglicol, ofrece un amplio rango de temperatura, que va desde los -30ºC hasta los 140ºC. De esta manera, regula el circuito térmico del motor a una temperatura estable y óptima para su funcionamiento.

Su función principal es absorber el calor del motor para evitar que se produzca su sobrecalentamiento. Por contra, en invierno aguanta muy bajas temperaturas y evita que se congelen algunas piezas. Asimismo, actúa como lubricante, limpia y protege de la oxidación a las piezas del sistema refrigerante del coche gracias a sus propiedades anticorrosivas. ¿Pero cuál es el mejor si aún no nos hemos decidido por uno?

¿Qué significan los colores que tiene el líquido refrigerante del coche?

Quizás te habrás fijado en que el líquido refrigerante tiene unos colores muy llamativos. Pues no forman parte ni de su composición ni de sus propiedades, sino que llevan una especie de colorantes para identificar cuándo hay alguna fuga relevante. Debemos mirar que el líquido refrigerante tenga una baja temperatura de congelación, de manera que cuando haga mucho frío el volumen del líquido no suba. De esta forma evitarás que se estropee el circuito de refrigeración.

Otro dato que tienes que saber es que el anticongelante tiene propiedades anticorrosivas y antiincrustantes, para que se acumulen menos depósitos sólidos… y, consecuentemente, menos cal en las tuberías. Solo tienes que mirar la misma etiqueta. Ahí puedes encontrar el nivel de PH que contiene, el cual indica la capacidad de corrosión del líquido sobre los metales. También figuta la cantidad de inhibidores alcalinos y la cantidad de residuos máximos.

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