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Dodge Charger. El monstruo de carbono

Basado en el Charger Pursuit, este impresionante modelo ha sido equipado con el motor V8 de 6,2 litros del Demon, pero se la ha quitado el característico turbo de este modelo para sustituirlo por nada más y nada menos que dos turbo cargadores. Esto convierte a este modelo en una bestia que contiene unos impresionantes 1.525 CV, una locura.

Toda esta potencia ha sido bien trabajada ya que esta versión cuenta con un sistema de tracción total que hará que utilizar toda esta potencia sea relativamente más sencillo debido a que se reparte entre las cuatro ruedas.

Carbono por doquier

En su exterior podemos encontrar grandes cambios, destaca por ejemplo el kit de ensanche especialmente diseñado para él y que está fabricado enteramente de fibra de carbono. Este incluye parachoques, delantero y trasero, los pasos de rueda ensanchados, faldones laterales, capó, difusor trasero o el alerón. Además, la característica que más llama la atención según miras esta monstruo son sus llamativas salidas de escape delanteras. Estas se ubican en los aletines delanteros del paso de rueda y se encargan de la salida de gases cuando nos encontramos en modo de competición. El escape también cuenta con unas salidas traseras a las que se pueden derivar estos gases cuando nos encontremos circulando por la carretera. Esta impresionante técnica corre a cargo de MagnaFlow.

En resumen, esta bestia es una máquina tan potente como sofisticada y está diseñada de los pies a la cabeza con el único objetivo de maximizar la potencia.