España cuenta con uno de los parques móviles más envejecidos de Europa, lo que va en clara consonancia con la idea de hacerse con un coche de segunda mano en lugar de comprar en concesionario. Necesito un coche, sí, pero ¿para qué uno nuevo?
Comprar un coche de segunda mano es una muy buena opción para todos aquellos que estén buscando un medio de transporte a precio razonable, mucho menor que el de un vehículo nuevo. Por su puesto, la economía actual y la subida del valor económico de los coches nuevos han provocado esta circunstancia, pero ¿a qué precio?
Piensa mal… si compras coches de segunda mano
Ahora bien, la compra de un coche de segunda mano conlleva determinados riesgos implícitos. Antes de finalizar el trato con el vendedor, deberás tener en cuenta una serie de claves para que no te la cuelen. Ante todo, una recomendación. No compres un coche de segunda mano sin haberlo conducido previamente. Y si puedes realizar varios kilómetros por todo tipo de vías mucho mejor, así podrás tantear dirección, suspensiones y frenos, entre otros aspectos.
Un coche de segunda mano está usado, así que hay que asegurarse de tres factores: que el vehículo está en buen estado, que ha recibido un buen mantenimiento y que todo está en regla. ¿Quieres saber en qué te tienes que fijar concretamente para descubrirlo?
