El piloto de Audi Lucas di Grassi se ha convertido en el nuevo campeón del mundo de Fórmula E. El brasileño llegó a la última ronda -Canadá- con un déficit de 10 putos sobre el piloto de Renault Sébastian Buemi, que tuvo un desafortunado sábado, en el que incluso sufrió un accidente en los entrenamientos libres.
El brasileño consiguió sus primeros tres puntos del fin de semana con la pole position, y dominó la cerrera de principio a fin incluso tras perder gran parte de la ventaja conseguida en los dos primeros tercios de la prueba con la aparición del coche de seguridad. Con estos 25 puntos más los 3 de la pole position, y tras finalizar Buemi en cuarta posición, di Grassi afrontaba la última carrera como líder provisional del campeonato, con una ventaja de 6 puntos sobre Buemi.
Un domingo cargado de emoción
El domingo, di Grassi y su compañero de equipo Daniel Abt partieron desde la tercera fila en la parrilla de salida, mientras que la mayor amenaza por el título, Buemi, lo hacía en la posición 14. En la primera parte de la prueba, di Grassi y Abt cayeron a las posiciones novena y décima, pero consiguieron remontar hasta la séptima y sexta posición respectivamente, lo que permitió a di Grassi asegurar el título y además el subcampeonato para el ABT Schaeffler Audi Sport en la clasificación de equipos.
En la temporada 2016/2017, el piloto de Audi ha conseguido dos victorias, tres pole position y siete podios en las doce carreras disputadas.
