Podría decirse que cuando Alfa Romeo llegó al segmento de los SUV ya estaba casi todo escrito: había modelos elegantes, dinámicos, versátiles, deportivos; pero tal vez no había ninguno -en el rango de precio de este Stelvio, evidentemente- que combinara todas esas características. Y una añadida, el ADN que siempre ha caracterizado a la marca italiana del biscione.
Por eso el Alfa Romeo Stelvio se convirtió en un modelo que quería poner, también en el segmento SUV, ese acento centrado en la conducción de que siempre ha hecho gala Alfa Romeo. Se convirtió desde su llegada en el modelo más dinámico de su categoría y no solo porque contará con una versión Quadrifoglio de más de 500 caballos; sino porque cada una de las variantes del Stelvio, desde la menos potente, demostraba unas maneras sobre la carretera que son herencia de la firma. Porque Alfa Romeo siempre ha hecho coches con ese punto de la vieja escuela.
La actualización del Alfa Romeo Stelvio lo puso al día
Hace unos meses, la marca decidió renovar el Stelvio, pero fue una actualización ligera porque lo fundamental, el dinamismo, el carácter y el rendimiento seguían de plena actualidad. Asi, lo que podemos encontrar en la versión 2023 del Alfa Stelvio son detalles como una nueva parrilla y faros inspirados en el Tonale -que por cierto, ha cogido el testigo del Stelvio y ha llevado la emoción de conducir un Alfa un escalón más abajo-. También ha cambiado la tecnología de iluminación matricial para mejorar la visibilidad y hay cambio de estilo en los pilotos traseros.
Las novedades en el se centran en un cuadro de instrumentos más moderno, en el que el cuadro tradicional se ha sustituido por uno con pantalla de 12,3 pulgadas, similar a la que se encuentra en el Tonale. Le da un toque de modernidad al habítáculo, aunque sigue manteniendo el estilo de clásica elegancia deportiva propio de Alfa. Y características propias de la marca italiana, como ese cuadro bajo las dos ‘capillas’ habituales de la firma que siempre contaba con dos relojes redondos. Ahora la pantalla tiene tres diseños gráficos distintos para mostrar la información.
En el centro del salpicadero dispone de una pantalla táctil de 8,8 pulgadas que muestra la información del sistema multimedia Alfa Connect 3D, que cuenta con Apple CarPlay y Android Auto. Puede parecer de pequeño tamaño para lo que se estila en los últimos tiempos, pero está perfectamente encastrada e integrada en el salpicadero para no romper el estilo elegante del mismo.
Buena calidad y acabado en el interior del SUV de Alfa Romeo
En el interior se nota el trabajo de calidad de la marca italiana, con buenos acabados y materiales de tacto blando por todo el interior, tanto en los paneles de las puertas como el salpicadero. Los asientos combinan confort y deportividad, están acabados en cuero y su forma recoge perfectamente el cuerpo. Y como conexión entre el conductor y el coche, un volante deportivo que integra el botón de arranque y que cuenta con unas grandes levas para el cambio de marchas.
Por habitabilidad está bien, aunque no es el líder ni por espacio -inferior al que ofrecen en las plazas traseras sus rivales- ni por versatilidad. Pero el confort de que gozan los ocupantes es elevado. Tampoco están mal los 525 litros de maletero, aunque no brillan entre lo que se ofrece en el segmento.
Donde sí brilla, como no podía ser menos en un Alfa Romeo, es en dinamismo y sensaciones al volante. Hemos convivido con un Stelvio con motor diésel de 210 caballos y el resumen es plenamente satisfactorio. Incorpora un motor 2.2 turbodiésel con 210 caballos que transmite la tracción al suelo a través de las cuatro ruedas mediante una caja de cambios automática de convertidor de par y con 8 velocidades.
Y dinamismo y prestaciones a la altura de un Alfa Romeo
Y aunque sea el modelo -a priori- menos prestacional por su carácter diésel, este Stelvio es cien por cien Alfa con un rendimiento más que notable. Empuja con decisión pues el par máximo, de 470 Nm está disponible desde solo 1.750 rpm. Y ese empuje lo gestiona bien el cambio automático, que además se puede gestionar para adaptarlo a nuestro gusto, mediante las grandes levas situadas tras el volante.
Cuenta con los tres modos de conducción habituales en Alfa Romeo -DNA- que van desde la conducción Normal, hasta la Dinámica, pasando por el All Weather, cada con sus diferentes características-más seguridad en el modo A y más diversión en el D- pero siempre para que el conductor saque el máximo provecho de cada kilómetro recorrido. Y así ha sido en nuestra prueba, gracias, por ejemplo a una dirección perfecta por tacto, a unos frenos mordientes y progresivos y también a unas suspensiones que no se olvidan del confort pero que buscan más el comportamiento deportivo.
Los datos corroboran ese punto dinámico con unas cifras muy interesantes, como la aceleración de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos o los 215 km/h de velocidad máxima que homologa. Y todo ello combinado con un consumo muy interesante, una de las grandes ventajas que sigue presentando la tecnología diésel. Porque en nuestra prueba el dato de consumo medio se ha quedado en unos estupendos 6,6 l/100 km, muy cerca de los 6,2 que homologa.
Un aspecto a destacar. También destacaríamos, aunque en un plano menos positivo, que este motor se hace notar por su sonido -sobre todo, en frío y en fuertes aceleraciones- y que si hubiera contado con algún tipo de hibridación ligera hubiera sido la guinda de una alternativa realmente interesante.
Porque las virtudes que atesora son muchas, entre ellas ese carácter propio de Alfa Romeo y esa deportividad que no es tan fácil de encontrar en el segmento de los SUV. Y todo por un precio que en la versión Veloce de tracción total Q4 llega a los 61.000 euros pero que garantiza ese encanto habitual, de la vieja escuela, de los productos de la marca del biscione.