La tercera generación del Kia Sportage ha supuesto un salto tecnológico importante en todos los apartados. Cuenta con una amplia oferta de motores, la mayoría electrificados.
Diésel, gasolina, hibridación ligera para versiones diésel y gasolina. Híbrido autorrecargable y plug-in; una oferta para todos los gustos y necesidades, con potencias comprendidas entre los 116 y 265 CV.
Modos opuestos
En el apartado de consumo, el Kia Sportage HEV muestra la ambivalencia que se puede esperar de un propulsor de elevado rendimiento. Ahorrador en conducción eficiente y cuidadosa, pero con una cifra elevada cuando no ponemos cortapisas a nuestra conducción a pesar de la ayuda del motor eléctrico.
7,1 litros de media registrados es una cifra que refleja con fidelidad lo que es una conducción mixta, en todo tipo de recorrido y sin un cuidado especial. En ciudad bajamos de los seis litros con facilidad, frugal para este Sportage. Y a velocidad mantenida por debajo de 100 km/h también baja con claridad de los seis litros.
Mientras disfrutando de la potencia generada, y en modo Sport, manteniéndonos en regímenes altos, el consumo se acerca a los 10 litros a los 100 km. Pero si hacemos un esfuerzo de concentración y realizamos una ‘conducción modo híbrido’, aun yendo muy deprisa, podemos mantenernos en torno a los 6–6,5 litros. Eso es, acelerar con contundencia en terreno favorable fijándonos en el reloj derecho que aparece configurado en la instrumentación en el perfil ECO, hasta que la aguja se acerque a la ‘zona Power’. Y mantener la velocidad con la inercia sin salirnos del ‘modo ECO’.
