Hubo un tiempo en el que Kia dependía del Sportage. Era su modelo de más éxito, el que sostenía la estrategia comercial y de crecimiento de la marca coreana. Porque desde el lanzamiento de la primera generación, en 1993, el Kia Sportage ha sido el coche más reconocible, más valorado y más elegido por los clientes; en definitiva, el coche sobre el que se ha cimentado el crecimiento de Kia hasta llevarla a ese lugar de privilegio que supone ser la marca más vendida a particulares en nuestro país por segundo año consecutivo.
Era tal la importancia del Kia Sportage en cuanto a las ventas, que llegó a significar el 40 por ciento de las operaciones de la marca en nuestro país -casi la mitad de los Kia que se vendían eran un Sportage-. Por eso, cada nueva generación del Kia Sportage significaba una responsabilidad para que el siguiente Sportage fuera capaz de mantener el nivel y seguir cosechando buenas ventas. No hay ninguna duda de que esto ha sido así, porque con el paso de cada nueva entrega el Kia Sportage ha ido subiendo de categoría. Y a ese mismo ritmo que el Sportage subía de categoría, Kia crecia y diversificaba… Y era capaz de lograr éxitos comerciales con más modelos.
Así las ventas de Kia ya no dependen en tanta medida del Sportage, que de ese 40 por ciento ha pasado a significar alrededor del 20 por ciento de las ventas. Y a cambio, los pilares sobre los que se asienta el crecimiento de la marca son más: Kia Stonic, Kia Ceed y XCeed y Kia Niro suman, junto al Kia Sportage el 80 por ciento de las ventas de la marca coreana.
La quinta generación del Kia Sportage, un gran salto adelante
Esa pérdida de ‘importancia’ en cuanto a los dato no significa, en absoluto, que Kia haya dejado de lado al Sportage. Más bien al contrario, la quinta generación del SUV coreano supone un salto adelante importantísimo en cuanto a tecnología, en cuanto a calidad o en cuanto a equipamiento. Y también en el apartado mecánico, en el que la marca no deja fuera ninguna alternativa de propulsión -salvo un eléctrico cien por cien, para lo que ya tiene el Kia Niro o el nuevo Kia EV6– con el objetivo de que no se queda fuera del radar del Kia Sportage ningún posible cliente.
Con el conductor europeo en el punto de mira, la quinta generación de este Sportage está pensada y desarrollada específicamente para Europa. Esta desarrollado sobre una nueva plataforma N3 que además de admitir todas las alternativas electrificadas, permite una dinámica de conducción adaptada a los gustos y las necesidades y el entorno europeos. Se configura, además, como un coche ideal para la familia, gracias a sus dimensiones exteriores, que dan paso a un interior de notable habitabilidad y con un maletero que permite que los cinco ocupantes que viajen en su interior lo hagan no solo con total confort; también con la posibilidad de transportar todo el equipaje necesario.
La version europea del Kia Sportage apuesta por una dimensiones más contenidas. Mide 4.515 mm de longitud, su anchura de 1.865 mm y la altura de 1,645 mm. Son dimensiones que lo sitúan en un término medio entre sus rivales. Además, los 2.680 mm de distancia entre ejes permiten ofrecer una gran funcionalidad interior con una capacidad del maletero -591 litros que se amplían hasta 1.780- o espacio para la cabeza y las piernas que han aumentado de forma destacable respecto al anterior Sportage. Además, el espacio interior no se ve afectado en la segunda fila, donde no solo hay suficiente anchura y altura, sino que también ofrece una plaza central sin el clásico túnel de transmisión, lo que mejora la ergonomía.
Las dimensiones exteriores combinan a la perfección con un diseño muy llamativo en el que el frontal y sobre todo la firma luminosa tienen una personalidad única. Y además cuenta con un cierto aire coupé -tan en boga hoy en día- gracias a ese techo flotante en la parte trasera que, sobre todo cuando se combina con el color negro- ofrece un diseño distintivo. En el estilo exterior destacan la parrilla que combina la moderna forma Tiger Nose característica de Kia con las distintivas luces día de LED DRL en forma de bumerán. Y en la trasera el diseño fluye las luces traseras que están conectadas por un personal diseño horizontal. El estilo exterior se remata con unas llantas de aleación que pueden ser de17, 18 o 19 pulgadas.
Interior de aire tecnológico
En el interior del Kia Sportage se aprecia a simple vista un cambio notable tanto en calidad de acabados o materiales como en diseño o funcionalidad. Y eso teniendo en cuenta que el nivel del actual Kia Sportage es muy elevado, es mucho decir. El salpicadero tiene un aire tecnológico muy acusado. Se ha puesto en el centro al conductor y todo está orientado hacia él. En el centro del salpicadero luce una gran pantalla curva integrada con un panel de pantalla táctil, así como unas salidas de aire deportivas con el estilo que ya hemos visto, por ejemplo, en el Kia Sorento. La pantalla es de 12,3 pulgadas y permite controlar las funciones de conectividad, funcionalidad y usabilidad. Además, el cuadro de instrumentos, también de 12,3 pulgadas, está unido formando una sola unidad.
El manejo de la pantalla central se realiza a través de unos botones táctiles en la parte inferior que tienen dos configuraciones. Si seleccionamos el símbolo de la climatización los mandos que aparecen son los del climatizador. Si seleccionamos el símbólo del navegador aparecen los elementos del sistema de infoentretenimiento: navegador, sistema de sonido… Cuenta con una pantalla de cristal líquido TFT de última generación, que genera unos gráficos muy precisos y claros.
Y en el apartado de la conectividad dispone de una conexión online para que el Kia Sportage esté siempre conectado y contar con los últimos mapas o actualizaciones de software. O también podemos interactuar con el coche a distancia a través de la aplicación para smartphones Kia Connect, además de controlar las principales funciones en el coche, como los servicios Kia Live, la navegación y el reconocimiento de voz online o la integración del calendario desde el smartphone.
Ese nivel tecnológico tiene su reflejo, también en una gama de sistemas de ayuda a la conducción de primer orden. Kia apuesta porque el Sportage se convierta en referencia en seguridad. Y para ello ha echado el resto en la tecnología conocida en la marca como DriveWise, con la que trata de evitar todo tipo de riesgos a los ocupantes y a otros usuarios.
Seguridad de vanguardia
En el equipamiento de ADAS del nuevo Sportage se suman elementos que no es fácil ver en otros modelos del segmento. Por ejemplo, el asistente para evitar colisiones con la funcionalidad de giro en cruces que evita choques frontales al girar a la izquierda en un cruce. Otra novedad es el sistema de asistencia para conducción en autopista (Highway Driving Assist HDA) que mantiene distancia y velocidad determinadas con respecto al vehículo precedente en vías de sentido único y puede ajustar la velocidad al límite de la vía.
El control de crucero inteligente basado en la navegación (Navigation-based Smart Cruise Control NSCC) mantiene una velocidad segura en la autopista, utilizando datos de navegación en tiempo real y tiene función que adapta la velocidad en curva.
El nuevo sistema de asistencia para evitar colisiones en el ángulo muerto (Blind-Spot Collision-Avoidance Assist BCA) avisará al conductor si, al poner el intermitente, ve riesgo de colisión con un vehículo que se aproxima. Además, suma monitor de ángulo muerto (Blind-Spot View Monitor BVM) que al cambiar de carril muestra en la instrumentación una vista trasera en tiempo real. Y, por último, entre lo más destacado, el asistente de aparcamiento remoto inteligente (Remote Smart Parking Assist RSPA) que permite aparcar o sacar el coche a distancia y desde el exterior del mismo.
La gama de motores del Kia Sportage tiene de todo
No podía faltar, para comooner una oferta imbatible, una gama de motores que, como se ha comentado cuenta con todas las alternativas. Por ejemplo, versiones -tanto diésel como de gasolina- de combustión clásica, sin ningún tipo de hibridación con 115 y 150 caballos respectivamente. Con hibridación ligera de 48 voltios se ofrecen dos alternativas en gasolina de 150 y 180 caballos y un diésel de 136; en todos los casos con la etiqueta ECO.
Si subimos un punto el grado de electrificación nos encontramos con la versión híbrida convencional, con 230 caballos que usa el motor 1.6 T-GDI de gasolina de 180 CV combinado con un motor eléctrico de tracción de 44,2 kW y una batería de iones de litio y polímero con 1,49 kWh. Una alternativa similar a la que ofrece el Kia Sorento. Y el híbrido enchufable, que como el diésel de entrada llegará un poco más adelante, cuenta con el motor T-GDI de 1.6 litros unido a un motor eléctrico de 66,9 kW y una batería de iones de litio y polímero con 13,8 kWh. Su potencia total es de 265 CV, de los cuales 180 CV procedentes del motor de combustión. De esta versión, que será la única con etiqueta 0 aún no hay datos de autonomía eléctrica, pero sin duda, cumplirá con lo especificado para un 0 emisiones.
La configuración mecánica del Kia Sportage se completa con diversas alternativas para el cambio: automática de doble embrague de siete velocidades (7DCT), manual de seis velocidades (MT) o manual inteligente (iMT) de seis velocidades. La tracción puede ser delantera o 4×4 en el Mild Hybrid de gasolina y el diésel así como en el híbrido autorrecargable y el PHEV. Además, cuenta por primera vez con un nuevo modo Terrain para conducción fuera de carretera en las versiones 4×4 que se suma a los Comfort, Eco o Sport disponibles en el resto de alternativas. Y dispone de una nueva suspensión controlada electrónicamente (ECS) que garantiza un confort de marcha óptimo y niveles de seguridad superiores en todo momento, gracias a su control de la amortiguación continuo y en tiempo real.
Un rendimiento sobresaliente
Todos estos argumentos que sobre el papel sitúan al Kia Sportage en lo más alto se cumplen cuando nos ponemos en carretera. El recorrido lo hacemos con un Mild Hybrid de gasolina con 150 caballos. Sorprende al arrancar su suavidad, pues lo hacecon el protagonismo de la parte eléctrica. Su cambio automático de doble embrague y siete velocidades es pura suavidad, progresivo y sin notar el salto entre marchas. Se seleccionan a través de una ruedecilla en la consola central y se puede manejar manualmente mediante las levas en el volante.
El Sportage se comporta como un perfecto coche familiar, cómodo, confortable, amplio. Es un rodador nato en carreteras y autovías. Las suspensiones tiran al confort pero aportan firmeza y ofrecen suficiente información al conductor sobre lo que pasa bajo las ruedas. La dirección es precisa y con el grado de asistencia justo. Y eso se nota cuando la carretera se convierte en una zona de curvas, con el asfalto más deteriorado. En ese momento, es la hora de seleccionar el modo Sport en una ruedecilla tras la del cambio. Ahí el Kia Sportage multiplica su carácter y hace más divertida la conducción.
Pueden parecer pocos los 150 caballos, pero mueven con gran soltura el coche y permiten adelantamientos rápidos y seguros con solo reducir marchas en las levas, o pisar el acelerador con decisión. Y aunque no hemos ido ni mucho menos buscando consumo, acabamos los 170 kilómetros de recorrido por debajo de los 7 litros de consumo… Seguro que con más tramos en ciudad la cifra mejora de forma notable.
Para la vuelta disponemos del híbrido autorrecargable. Y las sensaciones son las mismas. Los 230 caballos -recordemos, 80 más que el anterior- no se hacen tan evidentes porque se ve lastrado por un peso superior. Pero anda de maravilla, con gran suavidad y empuje. El recorrido de vuelta es todo por autovía y por tanto no es el habitat donde un híbrido clásico tiene más sentido -en ciudad seguro que su consumo se reduciría sensiblemente- pero logramos un consumo, a buen ritmo, dos décimas por encima de los siete litros.
El Kia Sportage ha demostrado, en este primer contacto, estar preparado para el reto de seguir siendo una de las referencias de la marca coreana. Y uno de los principales modelos de este segmento SUV que sigue siendo uno de los principales del mercado. Argumentos que, sumados a un precio que con descuentos y promociones oscila entre 23.500 y 44.300 euros, hacen del Kia Sportage un futuro triunfador.