La nueva generación del Volkswagen Golf, la octava entrega del compacto alemán que se ha convertido en un modelo histórico para Volkswagen en sus 45 años de vida, está listo para ver la luz el último trimestre de este año. Lo hemos ido viendo a lo largo de su desarrollo, en sus diferentes fases. Y en todas ellas hemos podido comprobar que no va a ser un modelo revolucionario en sus formas respecto al Golf VII.
Pero ahora, con estas fotos tomadas en carreteras andaluzas, donde se está sometiendo a las exigentes pruebas de calor, confirmamos que, efectivamente, desde el punto de vista estético no va a ser un modelo rompedor. Las fotos que han tomado nuestros colegas de CarPix, en las que prácticamente ya no hay nada de camuflaje, confirman esta impresión. A simple vista, ni por estilo ni por tamaño veremos un Golf que se desmarque de las líneas maestras del actual modelo.
Sin grandes cambios en los motores
Sí parece que habrá más cambios en el apartado tecnológico. De hecho, una de las últimas fotos espía que tomamos mostraba el interior y el cuadro de instrumentos del Golf, completamente digital, lo que indica una tendencia. Entre los cambios tecnológicos que se pueden aventurar habrá un nuevo software que va a permitir ofrecer actualizaciones durante el ciclo de vida del coche en diferentes sistemas del mismo.
Tampoco habrá cambios radicales en el apartado de motores; aunque todos los cambios en este sentido tendrán como objetivo mejorar la eficiencia y el rendimiento. Sí está claro que el Golf VIII no tendrá una versión cien por cien eléctrica; un cometido que recaerá a partir de ahora en el I.D3, el nuevo compacto eléctrico desarrollado sobre la plataforma MEB del Grupo Volkswagen. Pero sí habrá versiones GTI y R y también un híbrido enchufable, el Golf GTE.
El resto, lo conoceremos en el Salón de Fráncfort el próximo mes de septiembre.
