Si en alguna ocasión has sido multado por la DGT, seguramente te habrás planteado la pregunta sobre si el hecho de firmar el boletín de denuncia, es mejor que no firmarlo. Entender los distintos procesos legales y administrativos que siguen a la denuncia de una infracción, no solo es importante para un conductor, también puede solucionar este tipo de preguntas y aportarnos tranquilidad, a la hora de recibir un multa justa o injustamente.
¿ Que es una multa ?
De forma general, la multa es técnicamente un castigo impuesto por la autoridad competente, sobre aquellas materias y personas que infringen las normas establecidas en la ley que las regula. Es pecuniaria, puesto que debe pagarse en dinero y usualmente es coercitiva, ya que en caso de no cumplimiento del pago, se aplican otras multas y/o recargos. Tiene como objetivo principal corregir el incumplimiento de las normas vigentes y nunca se considera indemnizatoria sobre los afectados en la infracción.
Existen varios tipos de sanciones admitidas en el código penal y el derecho, y abarcan sus distintas ramas y materias. Así, se pueden clasificar en sanciones administrativas, sociales o civiles, pecuniarias y fiscales. Entre ellas, un ejemplo cotidiano y que nos concierne aquí, la multa de trafico, destinada a los conductores infractores.
Pero ante todo, la multa es la consecuencia final, el resultado de una denuncia previa desde la que el denunciante expone manifiestamente, ante la autoridad administrativa correspondiente, la comisión de presuntas infracciones sobre las leyes.
