Pensamos que utilizamos los frenos de forma apropiada pero en ocasiones cogemos malos hábitos de los que no somos conscientes y que pueden dañar nuestro coche. Según un estudio hay 5 tipos de frenadas incorrectas entre los conductores, ¿puede que utilices habitualmente una de ellas?
Conductores que pisan el freno de forma brusca y luego lo sueltan con suavidad.
El frenado brusco es uno de los diferentes tipos de conducción agresiva y puede poner en peligro a los conductores o a otras personas en la carretera. Hacer un seguimiento de los frenados bruscos y reducirlos puede hacer que disminuya el riesgo de colisiones traseras, las demandas y los gastos derivados de este tipo de incidentes. Conocer el nivel de riesgo puede ayudar a proporcionar mejoras significativas en el comportamiento del conductor y mejorar la seguridad vial.
El frenado brusco se produce cuando el conductor utiliza más fuerza de la necesaria para detener el vehículo. Realizar un frenado brusco a menudo indica conducción agresiva o distraída y puede dar lugar a incidentes, costosas demandas y más problemas de mantenimiento.
Es importante tener en cuenta que un frenado brusco no siempre implica que el conductor esté actuando de manera imprudente o agresiva al volante. A menudo, estos mismos tipos de casos de frenado brusco se llevan a cabo para evitar que se produzcan colisiones. Analizar y estudiar estas situaciones con los conductores de la flota es un ejercicio muy útil.
Los malos hábitos no solo hacen de la conducción más brusca y menos segura para ti y los demás sino que puede ser el causante de averías y el desgaste de piezas del vehículo. Así que poco a poco puedes ir perfeccionando tu técnica hasta ser un conductor de primera.
