Este acabado estará disponible en los modelos GT y GT Convertible, proponiendo el color negro como alternativa al cromado que ofrece la gama Grand Tourer, que tanto éxito tiene dentro de la marca.
Con ello buscan darle un toque más actual al coche en respuesta a la creciente demanda de versiones en color negro que están recibiendo los de Bentley.
Retrovisores, rejillas, entradas de aire y muchos detalles más pasarán a ser de color negro, algo que junto con las llantas de 22 pulgadas que monta, negras también, con anillo cromado, le dan al coche una presencia deportiva a la vez que muy elegante.
En el interior no habrá cambios, teniendo por tanto toda la gama de colores y personalizaciones de la marca a disposición en la configuración.
Hay dos opciones de motor: el V12 biturbo de 6 litros y 635 CV y el V8 de 4 litros y 550 CV.
Los ingleses amplían la gama de la lujosa marca para mantener su puesto de líder mundial de ventas de deportivos de lujo en un mercado más que complicado.
