Toyota fue la marca que abrió la era electrificada, con su tecnología híbrida en el Prius. Y lo hizo cuando casi nadie veía la necesidad de hacerlo. Pero con su estategia, marcaron el camino del sector del automóvil. Y de paso se han convertido en la marca que todo el mundo reconoce como electrificada. A cualquiera que se le diga la palabra híbrido la asociará inmediatamente con la firma japonesa.
Ese espíritu pionero quieren mantenerlo en el futuro más inmediato, cuando aún no está escrito todo el camino de la electrificación total. Por eso, en su foro anual Kenshiki en Bruselas, Toyota Motor Europe (TME) no solo ha revelado detalles sobre los próximos productos y tecnologías que llevarán a la compañía hacia el objetivo de las cero emisiones en Europa. También ha avanzado caminos en los que trabajan desde una perspectiva ‘mulitpath’ -multicamino- para llegar a la neutralidad en las emisiones de CO2.
Toyota será neutra en emisiones de CO2 en Europa en 2035
Así lo corroboró Andrea Carlucci, vicepresidente de Toyota Motor Europe, quien destacó en el evento: «Mirando específicamente a Europa, el mercado actual es altamente diverso, pero el objetivo es lograr la neutralidad de carbono del 100% para 2035, en tan solo 12 años. Esto es algo a lo que estamos comprometidos».
¿Cuál es el camino para conseguirlo? Pues, para empezar, con los nuevos productos. La presentación incluyó la promesa de introducir seis modelos BEV para 2026 de los que allí se mostraron los concept Urban SUV y Sport Crossover, que se unirán al SUV Compacto presentado el año pasado y al bZ4X. Con ello esa familia eléctrica ya tendrá cuatro de los seis modelos; y faltaría por definir los dos modelos restantes de la familia.
Además de nuevos productos, otra de las patas de la estrategia de la marca japonesa tiene que ver con el desarrollo de tecnologías. Ahí, por ejemplo, tendrán gran importancia el desarrollo de baterías de nueva generación que se implementarán en vehículos más allá de 2026.
Enfoque multidisciplinar de Toyota para alcanzar las 0 emisiones
Y el tercer pilar podría ser esa combinación de tecnologías y desarrollos para alcanzar la neutralidad de CO2 partiendo de un enfoque multidisciplinar. Porque no todos los mercados ni todos los clientes están preparados para recibir la misma tecnología en el mismo momento. Es una cuestión de oportunidad. Por eso Toyota se compromete a desarrollar una variedad de trenes motrices y sistemas de propulsión que aborden las necesidades específicas de los clientes, las condiciones del mercado y la infraestructura local en diferentes regiones del mundo.
En ese calendario, lo más inmediato para Europa será el Urban SUV Concept, que ofrece un auténtico diseño de SUV y se basa en el éxito del híbrido eléctrico Toyota Yaris Cross y dispondrá de opción de tracción integral y dos opciones de batería para adaptarse al presupuesto de los clientes o los requisitos de autonomía.
El siguiente modelo será el Sport Crossover Concept, una alternativa a los modelos SUV, con un perfil distintivo tipo fastback que lo convertirá en un referente de estilo para la línea BEV. Su llegada será en 2025; justo un año antes de que cambie radicalmente el panorama.
Baterías de próxima generación más allá de 2026
Porque en 2026 la nueva generación de tecnologías que Toyota está desarrollando cambiará la forma en que se desarrollan, fabrican y utilizan los coches. Un cambio que garantizará que la movilidad de cero emisiones sea asequible y accesible, en línea con su compromiso de ofrecer movilidad sostenible para todos, sin dejar a nadie atrás.
Toyota se prepara para lanzar una serie de nuevas baterías, la primera de las cuales será una versión de alto rendimiento, diseñada con una estructura convencional pero se espera que ofrezca el doble de autonomía y una reducción del 20 por ciento en costos en comparación con el actual bZ4X.
Esta será seguida por una batería de buena calidad y bajo coste que ayudará a popularizar los vehículos eléctricos. Tendrá una nueva forma, una estructura bipolar y utilizará fosfato de litio y hierro (LFP), más barato, como su material principal. El balance de esta batería calcula que la autonomía crecerá un 20 por ciento y el coste se reducirá un 40 por ciento (en comparación con el bZ4X).
La tercera batería se centrará en un alto rendimiento, utilizando tecnologías bipolares y un cátodo de alto contenido de níquel. Se esperan costes aún más bajos y un rango de conducción extendido.
En cuanto a las primeras baterías de estado sólido de Toyota, son el siguiente paso en la estrategia de la marca. Un camino que, según Andrea Carlucci se está recorriendo con la fase de ensayo en la que están: «Hemos logrado un avance tecnológico que supera el desafío de la durabilidad de las baterías de estado sólido. Actualmente se está desarrollando un método para la producción en masa y estamos trabajando para su comercialización en 2027-2028 con una capacidad de producción de varios miles de vehículos».
El objetivo declarado por Toyota con estas baterías, que pueden significar la siguiente revolución en la movilidad eléctrica es lograr un tiempo de carga del 10 al 80 por ciento en solo 10 minutos.
Además de las baterías, la marca japonesa está desarrollando otras tecnologías para la producción, ingeniería y diseño de BEV de próxima generación. En el foro Kenshiki presentó por primera vez en Europa el concepto Toyota FT-3e, un estudio tecnológico que abarca toda la gama de futuras tecnologías, minimizando el peso, maximizando el rendimiento aerodinámico y controlando los costos. El FT-3e explora cómo en el futuro los coches podrían ofrecer más que movilidad al conectarse con el entorno y permitir la transferencia de energía y datos.
