Las 24 Horas de Le Mans pueden considerarse, metafóricamente hablando, “La Madre de todas las Carreras”. Por su historia, su carisma, el ambiente, por el desafío técnico y humano que supone enfrentarse a ella. Si alguna edición justificaría semejante aureola, es la de 2023.
En 1923 tuvo lugar la primera edición, y este año se celebra su Centenario y su edición número 91. No coincide con el número de carreras porque, evidentemente, la Segunda Guerra Mundial supuso un forzoso paréntesis. En todo caso, ha durado viva un siglo, y solo circunstancias de fuerza mayor han evitado redondear la cifra. Los eventos de celebración que rodean a la presente edición, la expectación creada, y todo el aforo vendido hablan por sí mismos. Además, los organizadores han creado un trofeo especial para conmemorar la ocasión, una obra artística que lleva un año recorriendo el mundo, que quedará en manos del ganador, rompiendo la tradición de esta prueba. Solo quien gana en tres ocasiones seguidas disfrutaba antes de tal privilegio.
El estreno de los Hypercar en las 24 Horas de Le Mans
Para lograrlo, en 2023 se enfrentar un nutrido y recién llegado grupo de marcas oficiales, que han desembarcado en esta temporada en el Mundial de Resistencia y las 24 Horas para enfrentarse al veterano, Toyota. Porque el Centenario ha coincidido con la implantación del nuevo reglamento Hypercar. Una filosofía de simplificación tecnológica, reducción de costes y de marketing que ha favorecido el desembarco de numerosos equipos oficiales con continuidad en 2024. La coordinación de reglamentos con el IMSA americano permite ahora que cualquier fabricante pueda competir en Estados Unidos (Daytona, Sebring y el propio certamen) como en el Mundial de Resistencia y Le Mans. De aquí el singular valor de esta edición Centenario, que ilustra el nacimiento de una nueva era en la disciplina.
Ferrari personifica el atractivo del nuevo formato. El fabricante italiano abandonó el mundo de la resistencia y Le Mans en 1973. En 2023 ha vuelto a la carrera que le dio fama con dos prototipos de la categoría Hypercar. Tan pronto como la cúpula de Porsche conoció el potencial del nuevo reglamento, su coste y sus posibilidades, se sumó a la lista. A Le Mans vuelve el fabricante alemán tras cinco años de ausencia para lograr su victoria número veinte, líder de triunfos que en esta prueba. Tres coches oficiales y uno privado (en manos del equipo Jota) en esta edición no dejan dudas a la determinación de la marca alemana para su victoria.
Peugeot también se unía en 2022 con dos prototipos, buscando la victoria como ya hizo en las dos etapas anteriores en la prueba (La última victoria, con el español Marc Gené al volante). Cadillac también se ha incorporado al Mundial de Resistencia y, como Porsche, trae a Le Mans el coche que compite en Estados Unidos. Y, por supuesto, Toyota sigue fiel durante la última década a la carrera y al mundo de la resistencia, logrando la victoria en estos últimos cinco años (dos triunfos, con Fernando Alonso) aunque ahora, con mayor oposición que nunca. Habrá que esperar al próximo año para la llegada de Alpine, Lamborghini y BMW. De momento, la edición 2023 ya se presenta realmente apasionante.
La experiencia de Toyota durante estos últimos años, tanto en el WEC como en la carrera francesa, le otorgaban el papel de gran favorito. El GR010 HYBRID está en su tercer año de vida y para 2023 recibía una nueva evolución, mientras sus rivales afrontan su bautismo de fuego en la carrera. Las tres primeras carreras del WEC se han ganado con gran margen de maniobra. Sin embargo, antes de comenzar la primera jornada de tests de Le Mans, el organizador de la prueba (ACO) se descolgaba con un cambio en el BOP (sistema de equilibrio de prestaciones entre monturas de distintas características) La montura japonesa recibía un incremento de 37 kilos a su peso previo, Ferrari,24. 11 Cadillac, y solo 3 Porsche. Peugeot (con un proyecto preocupantemente poco competitivo) se mantenía en el mismo peso. Algunas estimaciones apuntan a que el GR010 perdería un 1.5 segundos por vueltas, medio el Ferrari, y alguna décima el Cadillac. De repente, las 24 Horas de Le Mans han tomado un cariz totalmente diferente.
Ferrari sorprende en la Hyperpole
Los primeros entrenamientos anticipan un panorama extraordinario. En esta carrera, por lado, cuenta el rendimiento a una vuelta, aunque infinitamente menor que los factores clave: el ritmo a doble y triple relevo (el tiempo que se pueden mantener un juego de neumáticos) y el consumo de combustible. En el primer apartado, Ferrari sorprendió desde el Test Day, la primera jornada de entrenamientos, y con el paso a la Hyperpole, con sus dos coches en cabeza. El 499P se ha mostrado extraordinariamente rápido desde su llegada al campeonato, y el trazado de Le Mans parece idóneo para las características de su montura.
Durante esta semana, Toyota ha intentado amortiguar el impacto del peso adicional incorporado justo antes de llegar a Le Mans. Tanto en velocidad punta, como en frenada y paso por curva (degradación de neumático incluida, por supuesto) el GR10 ha sufrido una merma de prestaciones, aunque todavía se desconoce su impacto en la carrera. En Le Mans, no se trata solo de contar con una máquina competitiva, sino de la experiencia para gestionar la infinidad de parámetros que influyen en el desarrollo de la prueba. En este apartado, el fabricante japonés supera ampliamente con su bagaje a sus recién llegados rivales.
En total, serán nada menos que 16 prototipos los que compiten en la categoría principal, doce de ellos, asiduos al campeonato del mundo. Entre ellos, Cadillac, la marca insignia de General Motors vuelve a las 24 Horas de Le Mans por primera vez en 21 años, y su Racing V-Series.R, con un V8 5,5 litros, ha ganado en dos ocasiones en el IMSA americano. El equipo americano, con tres unidades en esta edición, podría dar una de las sorpresas ante el ritmo medio mostrado en los primeros entrenamientos, tanto a una vuelta como en los relevos largos, con un gran uso del neumático.
Porsche quiere que se cuente con ellos para la victoria
Cuando Porsche compite en Le Mans oficialmente siempre se debe contar con el fabricante alemán. En la etapa anterior logró tres victorias en sus cuatro participaciones con el 919 híbrido. Entonces, lideró la carrera francesa ya en su debut en 2014, pero las victorias llegaron en las siguientes ediciones. En 2023 el proyecto llega todavía en estado embrionario. Durante este año, el 963 (dentro del equipo LMDh, a diferencia del Hypercar de Ferrari, Peugeot o Toyota) ha sufrido problemas de fiabilidad en varios apartados, y tampoco ha mostrado un gran ritmo de carrera, sobre todo por su degradación. Operativamente, Porsche se ha unido a la prestigiosa estructura americana de Penske, con poca experiencia en la carrera francesa. El cambio de BOP ha insuflado oxígeno al prototipo alemán, pero solo bajo un conjunto de circunstancias favorables, incluyendo mayores problemas de sus rivales, cabría esperar esa vigésima victoria. Al menos, en 2023.
Quien provisionalmente no cuenta en ninguna quiniela es Peugeot. Los primeros compases de estas 24 Horas de Le Mans confirman el dudoso concepto del singular 9×8, la tónica general desde que el prototipo francés amaneció en las tres últimas carreras del pasado campeonato. Su pésima fiabilidad inicial ha ido mejorando, y fue el prototipo que más vueltas acumuló en el Test Day. Sin embargo, los dos coches franceses quedaron fueron de la Hyperpole con una sorprendente falta de ritmo que, de mantenerse en carrera, les deja ya fuera de juego de partida. El cambio de BOP no parece haber ayudado a Peugeot. Su rendimiento en carrera es una gran incógnita, pero de confirmar el rendimiento mostrado hasta el momento, se abrirá una gran crisis en su mayor proyecto deportivo.
“Si podemos ganar Le Mans este año, ganaremos el respeto de todos. La gente piensa que ganamos (en las últimas ediciones) solo porque teníamos poca competencia. Estamos deseando demostrar que incluso con mucha competencia podemos ganar”, apuntaba Sebastian Buemi, uno de los pilotos de Toyota, antes de comenzar la carrera. “Ganar es una prioridad. Sentimos que hemos sufrido una falta de respeto. Queremos mostrarle a la gente que siempre hemos operado a un nivel muy alto. Este año es más importante que nunca ganar”. Toyota contra sus rivales, el gran aliciente del Centenario de las 24 Horas de Le Mans. Y, por supuesto, llevarse a casa un trofeo único en la historia del automovilismo.
