Los retrovisores digitales, innovadores y funcionales, vienen a sustituir a los tradicionales espejos que han formado parte importante de la historia del automovil. Este elemento fundamental en la seguridad al conducir, ha sufrido innumerables reformas en diseño y adaptación a los nuevos modelos de coches. Pero con la llegada de las nuevas tecnologías, el salto, en materia de medios indirectos para la visibilidad del conductor, que se va a experimentar, puede colocarnos mucho mas cerca de las incipientes eras galácticas.
Una implantación con base en la seguridad
Con fundamento en la aplicación de las medidas (ADAS) que serán obligatorias en este año, para coches nuevos, en lo referente a los asistentes de la conducción, también se busca, reemplazar los viejos espejos por estos mas modernos. La DGT se esta planteando hacerlos obligatorios, en fechas próximas, toda vez que se perfeccionen y exista una homologación definitiva, capaz de atender a cualquier tipo de vehículo.
Evitar la mayoría de los ángulos muertos posibles y aumentar la visión del conductor entorno a su coche, es el principio de actuación y parece más fácil aplicando esta tecnología.
Los ángulos muertos, que suponen un riesgo, por la dimensión del vehículo o mal reglado de los espejos, son uno de los mayores enemigos a la hora de circular, puesto que la visión no cubre todas las direcciones y por consiguiente supone un grave riesgo al volante. Los nuevos espejos inteligentes, viene a solucionar con gran eficacia este problema. Estas diminutas cámaras, recogen las imágenes en grandes angulares y con la calidad suficiente, las envían a los monitores instalados. Así se amplía el campo de visión de los conductores.
