Adelantar a otro vehículo está considerado una maniobra de riesgo. Además, cuando circulamos, hay ocasiones en que el adelantamiento es especialmente peligroso, porque no se dan las condiciones adecuadas para realizarlo de forma segura, ya sea por falta de visibilidad debida a la meteorología, poco espacio, puntos ciegos en la vía u obstáculos que nos impidan la visión.
Entre las nuevas medidas de que ha introducido la reciente Ley de Tráfico para aumentar la seguridad durante los adelantamientos está la supresión de la posibilidad de rebasar en 20 km/h el límite genérico de velocidad para adelantar en carreteras convencionales. Pero, además, hay determinados lugares en los que adelantar está prohibido, aunque no exista una señal expresa que nos recuerde esta norma.
