De golpe. Así ha sido como han presentado Ford, Chevrolet y Toyota sus tres coches Next Gen para las Cup Series de NASCAR.
Un aspecto más familiar
Lo primero que llama la atención de ellos es que su aspecto es mucho más 'de calle' que los anteriores, con una carrocería simétrica en fibra de carbono y una zona trasera más corta. Además, los coches cuentan con capó ventilado, salida de escapes lateral y un nuevo difusor trasero que mejora la aerodinámica.
Los cambios no se quedan aquí, puesto que gozan de una zona trasera más ancha, con ruedas más gordas y que además crecen en el tamaño de la llanta, pues pasan de las 15 pulgadas que montaban anteriormente a las 18 que montan ahora.
Tienen también cambios bajo la carrocería, como una nueva arquitectura, con nueva suspensión independiente para el eje posterior, un sistema de dirección de piñón y cremallera y una caja de cambios secuencial de cinco velocidades.
También tienen parte delantera y trasera que se sujeta mediante tornillos, haciendo que sea muy rápido y eficaz cambiar dichas piezas en carrera. Además, gracias a este nuevo look, más similar a sus versiones de calle, los coches lucen más auténticos y se reconocen mucho más fácil entre la gente, lo que es bueno para las marcas.
Bajo el capó de estos monstruos se esconde un V8 que produce, o bien 558 CV o bien 679, dependiendo del circuito. Sin embargo, Ford ha dejado claro que estos vehículos Next Gen, han sido pensados con miras al futuro, por lo que podrían servir para distintos avances, como propulsores híbridos o eléctricos.
Los tres coches debutarán de manera oficial en las 500 millas de Dayona, en febrero.
