La matrícula es el DNI de cada coche. Le identifica, viaja con él, no hay dos iguales… Y también se desgastan al unísono de una carrocería que siempre mantenemos impoluta. Si cuidamos todo de nuestro coche, ¿por qué no la matrícula? Quizás, desde ahora, lo empieces a hacer porque sino la multa que te puedes llevar va a ser de aúpa.
Hay muchos motivos asociados a la matrícula por los cuales se puede sancionar a un conductor. Manipular intencionadamente la placa del coche (con la excusa que sea) o no llevarla puesta en todo momento es sancionable. Eso lo sabes… ¿pero hay alguna razón más? Sí, pero es que además la cuantía de la sanción no sería precisamente baja.
A mayor número de radares, ni una matrícula se salva
Este tema está especialmente en boga en los últimos tiempos, cobrando una importancia todavía mayor a medida que se han ido extendiendo a lo largo y ancho de nuestra geografía los numerosos sistemas de detención de infracciones (radares, cámaras de Zonas de Bajas Emisiones…). Salir indemne ya no es tan sencillo cuando tienes mil testigos mudos de tus infracciones.
¿Cuál es el problema en estos casos especialmente? Ya sabrás de sobra que la acción de las cámaras se basa en la identificación del vehículo y luego del conductor a partir de la matrícula en cuestión. Por tanto, si la matrícula no se entiende, mal empiezas si tu objetivo es el de no recibir multas.
