Los patinetes eléctricos han sido elegidos por muchos urbanitas como su forma favorita de recorrer diariamente ciertos trayectos en ciudad. Su uso no ha sido potenciado por las administraciones y, pese a ello, cada vez tiene más presencia en las calles. Esta forma de transporte 100% eléctrica es ideal por su comodidad, rentabilidad y versatilidad.
La popularización del patinete eléctrico es la prueba viva de cómo una forma de transporte cómoda y sostenible se puede generalizar por elección de los consumidores y no por imposición. Las empresas se han apuntado a esta tendencia tan popular y cada vez proliferan más empresas de alquiler de patinetes, que simplifican aún más esta forma de movilidad. Sin embargo, pese a su alta demanda hay una ciudad europea que podría ser la primera en prohibir estos dispositivos.
Gran demanda de los patinetes de alquiler
La mayor demanda de este tipo de transporte no pasó por alto para muchas empresas, que empezaron a apostar por el alquiler de estos dispositivos de movilidad personal. La proliferación de compañías dedicadas al alquiler de patinetes ha aumentado considerablemente, y pese a que su utilización sale evidentemente más cara que la compra de un patinete propio, no les falta público.
Entre las ventajas del alquiler se encuentra que otorga una mayor seguridad, ya sus usuarios no tienen que preocupaste por que les roben el dispositivo aparcado en la calle. Además suponen un plus de comodidad, porque sus clientes se olvidan de tener que guardarlo y cargarlo en casa. También son ideales para las personas que le van a dar un uso más esporádico. Sin embargo hay una serie de inconvenientes que están haciendo que no cuenten con la simpatía de todas las instituciones.
