Entre 1967 y 1970, Toyota, con la ayuda de Yamaha, fabricó 351 unidades del Toyota 2000GT, un sugerente deportivo que consiguió plantar cara a modelos de la talla del Porsche 911, el Jaguar E-Type o el Chevrolet Corvette. Solo 62 unidades aterrizaron en Estados Unidos, aunque el coche gozó de una gran popularidad en el país de las barras y las estrellas, en buena medida porque fue el coche de James Bond en la película Solo se vive dos veces.