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Seat. Así trabajan los robots de transporte de la fábrica de Martorell

Los robots son parte del paisaje habitual de las fábricas de automóviles. Realizan labores de soldado, ensamblaje, pintura… y también de transporte. La fábrica de Seat en Martorell, donde se montan modelos como el Seat Ibiza, León o Arona, dispone de 125 guiados automáticamente (AGV) que conviven con los 7.000 trabajadores de la planta. Estos robots de transporte llevan de un lado a otro a diario 23.800 piezas, recorriendo 436.000 km al año, el equivalente a la distancia de la Tierra a la Luna.

Así funcionan

Transportan motores, cajas de cambio, amortiguadores o espejos y pueden llevar hasta 1.500 kilos de peso. Para saber qué pieza deben cargar tienen un lector de código de barras. Circulan por unas vías magnéticas ocultas bajo el suelo de la fábrica. En total realizan 40 rutas cíclicas y, cada una de ellas, dura entre 1 y 7 minutos.

Piden paso a través de un sensor que les permite abrir las puertas de los almacenes y circulan reduciendo automáticamente la velocidad en las curvas para no perder estabilidad con la carga y son capaces de guardar la distancia de seguridad. En un futuro, está previsto que las vías dejen de existir para dar paso a la navegación con GPS.

Totalmente automatizados

En su trayecto son capaces de parar ante un semáforo en rojo o frenar cuando un trabajador se cruza en su camino gracias a su visión perimetral de 360º y avisan de su presencia con luces de escáneres láser.

Los movimientos de estos robots de transporte automatizados son seguidos desde una sala de control, donde se registran sus posiciones exactas. Cinco empleados configuran y, en caso necesario, modifican remotamente su ruta desde esta misma sala. El sistema también detecta posibles averías.