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Zarooq Sand Racer GT500. Una máquina para surcar las dunas

Ya han pasado dos años desde que escuchamos hablar por primera vez de Zarooq Motors. Se presentaban con un salvaje buggy ideal para surcar las dunas de los Emiratos Árabes, precisamente donde nació la idea.

Semejante criatura atendía al nombre de Sand Racer, pero este prometedor proyecto parecía avocado al fracaso y a quedar en el olvido como una 'locura' de unos millonarios que buscaban ofrecer algo diferente al resto de sus competidores.

Se convierte en realidad

Pero tras infinidad de cambios ese prototipo se ha materializado en un modelo de producción y ahora te podemos presentar este Zarooq Sand Racer GT500. Su exterior es eminentemente aventurero y con cierto aire de vehículo de competición. El diseño corre por cuenta de los especialistas de Mansory, quienes fabrican sus paneles en fibra de carbono para contener el peso al máximo.

Estos paneles ocultan un chasis tubular donde se acoplan unas sofisticadas suspensiones completamente regulables y que permiten acercar su carrocería al asfalto para circular por carreteras en buen estado, o por el contrario separarnos un total de 45 centímetros por encima del firme.

Motor16

Para impulsar a semejante criatura se ha apostado por un corazón de origen GM. Se trata de un propulsor LT1 empleado entre otros muchos, por los Chevrolet Corvette, el cual cuenta con 6.2 litros de cilindrada y 8 cilindros. Esta mecánica eroga 525 CV de potencia y 660 Nm de par motor, que son enviados exclusivamente a sus ruedas traseras por medio de una transmisión secuencial de cinco velocidades firmada por el especialista Weddle.

1.300 kilos y 525 CV de potencia

Gracias a que este Zarooq Sand Racer GT500 sólo pesa 1.300 kilos y a que cuenta con los mencionados 525 CV de potencia, no es de extrañar que pueda presumir de prestaciones, pues anuncia una velocidad máxima de 220 km/h. A este ritmo devorará en cuestión de minutos los 130 litros de combustible que caben en su depósito. Y para detener a este buggy, también se ha equipado con un potente equipo de frenos con pinzas de seis pistones y discos perforados.

Pues Zarooq sólo va a fabricar 35 unidades de este salvaje Sand Racer GT500, que esta totalmente homologado por circular por carreteras abiertas. Cada ejemplar estará numerado y podrá ser configurado al gusto de su propietario, que habrá tenido que desembolsar nada menos que 450.000 euros por este juguete con el que surcar dunas.