Como nos enseñó Sheldon en repetidas ocasiones en la serie The Big Bang Theory, aunque es posible seguir conduciendo con un testigo encendido, no es recomendable hacerlo. Tú coche es una máquina precisa y orquestada para aguantar el paso de los años y los kilómetros. Sin embargo, las piezas se van desgastando y surgen averías inevitables, sobre todo si no sigues un mantenimiento adecuado del vehículo.
Para alertarnos de cuando un componente del vehículo no funciona correctamente tenemos el cuadro de instrumentos. Si conoces el significado de cada una de las alertas que nos pueden salir en el cuadro de mandos, podrás atajar de una forma más eficiente la avería. Algunos testigos permitirán más margen de acción o menos, pero lo mejor es que consultes con tu taller para saber cómo actuar. Conocer qué significa cada luz nos permitirá hacernos una idea temprana de la reparación que está por venir.
Cada coche tiene testigos diferentes
No hay una norma que obligue a que todos los diseñadores de coches tienen que utilizar los mismos testigos. Cada coche puede llevar una simbología u otra, pero sí que hay ciertos diseños que varían menos de una marca a otra. Como puede ser el sistema de control de gases de escape. Si se te enciende esta luz notarás una pérdida de potencia y el vehículo no superará las 2.000 revoluciones.
Otro ejemplo es el testigo de avería de sistema de precalentamiento en los coches diésel. Este se enciende al girar la llave, pero debe apagarse a los pocos segundos. No arranques el motor si este piloto no se apaga o puedes tener una avería. Si una vez arrancado aparece parpadeando tienes un fallo en el control del motor.
