La norma Euro 7 ya está aprobada y todavía tardará unos años en entrar en vigor, pero algunas voces importantes del sector avisan de los riesgos que conlleva.
El pasado mes de febrero, el CEO de Stellantis Carlos Tavares afirmó que la Euro 7 «no es útil, es costosa y no trae beneficios». Por su parte, Skoda ha alertado de que, si la intención de la Unión Europea sigue adelante, modelos exitosos como el Kamiq, el Scala y el Fabia serán invendibles.
Volkswagen alerta de que la Euro 7 supondría el fin de los coches térmicos baratos, mientras SEAT y CUPRA señalan que dicha normativa pondría en riesgo la viabilidad de fábricas y miles de empleos.
La desprotección de las empresas históricas
Oliver Zipse, actual CEO de BMW y ex presidente de la asociación ACEA, aprovecho la edición de la asamblea general anual del grupo al que representa, para arremeter fuertemente contra la ya aprobada normativa europea contra el cambio climático y que regula las emisiones de gases, la descrita Euro 7, principalmente destacando la desprotección que supone para las empresas históricas.
Ha asegurado » es inviable, y sus efectos en las ciudades, es irrisorio», durante su discurso, Zipse. Pero el trasfondo de esta critica esta más en las líneas generales de otros directivos. La desprotección se muestra directamente proporcional al endurecimiento de los limites de emisiones. Los fabricantes europeos no están aun preparados para abandonar la fabricación de estos coches, mientras los gigantes asiáticos ya dominan el mercado eléctrico.
Mientras EEUU trata de proteger a sus fabricantes mediante la conocida Ley de Reducción de la Inflación, con medidas proteccionistas para todos aquellos que produzcan sus vehículos dentro de las fronteras estadounidenses, Zipse denuncia que la Unión Europea está endureciendo la situación a las empresas europeas.
