El velocípedo Benz, con sus 130 años de historia, emerge del pasado para marcar una nueva era de innovación en la planta de Mercedes-Benz en Sindelfingen. En un encuentro entre el pasado y el futuro, este icónico vehículo hizo su primera presentación en el año del aniversario, mostrando que la innovación y la tecnología de vanguardia pueden ir de la mano.
Ubicado en Factory 56, el corazón tecnológico de Mercedes-Benz, el velocípedo Benz se convierte en una pieza central de eventos seleccionados, mostrando su capacidad para cautivar a las audiencias modernas. La presencia del vehículo en la planta de Sindelfingen no solo celebra su legado, sino que también subraya el compromiso de la marca alemana con la innovación continua.
El velocípedo Benz, en perfecto estado
Mercedes-Benz Classic ha sido fundamental en la preparación del velocípedo para su presentación, garantizando que esté en condiciones óptimas de funcionamiento y conservación. Gracias a la experiencia del Centro Clásico de la empresa en Fellbach, el vehículo se ha restaurado con los más altos estándares de originalidad, utilizando una amplia documentación histórica y los archivos de Mercedes-Benz Classic.
El velocípedo Benz, con su diseño ligero y su innovador motor, marcó un punto de inflexión en la historia del automóvil. Desde su introducción en 1894 hasta 1902, se produjeron alrededor de 1.200 unidades en la fábrica de Benz en Mannheim, estableciéndose como el primer automóvil de producción en serie de la historia.
El éxito del velocípedo Benz se debió en parte a su rendimiento excepcional. Con un motor capaz de desarrollar 1,5 CV, el vehículo podía alcanzar una velocidad máxima de aproximadamente 20 kilómetros por hora y superar pendientes de hasta el 10% en buenas carreteras. Estas características lo convirtieron en una opción popular entre los entusiastas del automovilismo de la época.
Primeras exportaciones de ‘Mercedes’
A lo largo de los años, el velocípedo Benz experimentó varias mejoras y actualizaciones. Desde la introducción de motores más potentes hasta opciones de equipamiento adicionales, el vehículo siguió evolucionando para satisfacer las necesidades cambiantes de los conductores. Incluso se exportó con éxito a otros países, como Francia, donde se comercializó como Éclair (Rayo).
La presencia del velocípedo Benz en la planta de Mercedes-Benz en Sindelfingen es un recordatorio tangible del legado de innovación y excelencia de la marca. Al celebrar su historia, Mercedes-Benz (aquí un vídeo de gran parte del recorrido de la marca) reafirma su compromiso con la vanguardia tecnológica y la búsqueda constante de la excelencia en la industria del automóvil.
