comscore

Maserati 8CTF. La bestia italiana que conquistó las 500 Millas de Indianápolis

Si por algo se caracteriza Maserati es por crear «bestias» con un estilo único con unas prestaciones impresionantes. Con una histórica tradición de éxitos en las carreras, fue en el mundo de la competición donde comenzó a crecer el mito de la marca. Las dos victorias consecutivas cosechadas en las 500 Millas de Indianápolis (1939 y 1940) hicieron que Maserati se abriera un hueco en el mercado de los Estados Unidos.

1 b3kh28L54zRvc Motor16

«Boyle Special»

Ideado en 1938 con el apoyo de la familia Orsi, empresarios que se habían hecho con el negocio un año antes, el Maserati 8CTF se convirtió en otro diseño inspirado por Ernesto Maserati. Este vehículo, que fue la respuesta de la marca italiana para refirmar su competitividad frente a otros fabricantes europeos, destacaba por su motor de 8 cilindros, donde los cilindros van en un monobloque fundido con la culata.

Este coche era propiedad de la escudería Chicago Boyle Racing Headquarters, que pertenecía a Michael Joseph «Mike» Boyle. Por este motivo se inscribió en carrera bajo el nombre «Boyle Special».

2 b3kh28L54zRvc Motor16

Tras hacerse con las 500 Millas de Indianápolis en 1939 y 1940, un pinchazo un año más tarde evitó un hat-trick histórico. Tras la Segunda Guerra Mundial, en 1946, el mismo 8CTF terminó la carrera de Indianápolis en tercer lugar, esta vez con Ted Horne al volante. Horne repitió posición en 1947 y terminó cuarto en 1948.

Su leyenda se agrandó tanto que en 2014 la HVA (Historical Vehicle Association) de los Estados Unidos registró al 8CFT como el primer automóvil de producción no estadounidense en obtener un lugar permanente en los anales de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Además, uno de los tres coches originales se ha reconfigurado con la pintura original y se exhibe en el Museo de Indianápolis Speedway.