El modelo introducido en Detroit era una evolución de los prototipos previos, cuyo aspecto era prácticamente idéntico al del citado Lotus Europa S salvo por los emblemas de Dodge repartidos por el coche. Como parte del rediseño del vehículo se cambiaron los parachoques, se introdujo una parrilla nueva y se rediseñaron los faros. En su interior, este era el mismo que el del Lotus pero se sustituyeron ciertos materiales por algunos de mayor calidad: asientos de cuero, consola de fibra de carbono, volante Momo, sistema de sonido premium y algunos elementos en aluminio pulido.
Una autonomía respetable para el año
Pero lo importante venía debajo de la carrocería. Mientras que el Lotus contaba con un motor de cuatro cilindros de General Motors de 2 litros turbo, el Circuit contaba con un motor eléctrico que generaba 272 CV de potencia. Este hacia girar las ruedas traseras y hacía capaz al vehículo de pasar de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos.
La batería era de ion litio y presumía de una autonomía de entre 241 y 322 km. Mientras que Dodge no especificó cuanto tiempo llevaba cargarla, sí aseguraba que se trataba de un proceso sencillo que requería tan solo de un paso.
En 2010 estaba prevista su producción, pero tan solo unos meses después de su presentación, la firma se declaró en bancarrota, acabando así con el sueño del Dodge Circuit.
