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Conducimos el nuevo Volkswagen Polo, un utilitario soberbio

A cierta distancia, el nuevo Polo de Volkswagen parece ser un gran coche, una especie de Golf reducido. Al acercarse un poco más, está sexta generación del utilitario alemán transmite calidad y un punto de deportividad que no tenía el anterior. Y cuando lo podemos tocar, el modelo fabricado en España seduce porque desde el minuto uno responde a lo esperado de un Volkswagen aunque sea en formato pequeño.

Estrena nueva plataforma

Basado en la plataforma MQB A0, la misma del nuevo Seat Ibiza, la nueva generación del Polo avanza a pasos agigantados en aspectos como deportividad, habitabilidad, presencia, seguridad, conectividad y comportamiento. Y algunas de estas mejoras, se consideran parte de los nuevos pilares sobre los que se asienta su lanzamiento. Por ejemplo, con las nuevas medidas (respecto al anterior es más largo y ancho pero más bajo además de aumentar su distancia entre ejes) el nuevo Polo se sitúa por encima de un Golf III en espacio y tamaño exterior, de manera que dos adultos de 1,86 metros sentados delante mantienen sus hombros a más de 20 centímetros de distancia uno de otro, con una grata sensación de amplitud y la impresión de que uno está sentado en un coche de un segmento superior. Si uno de los adultos se pone al volante y el otro se sitúa justo detrás, este último ni roza en el respaldo delantero ni en el techo, aunque un quinto ocupante se encontrará con un túnel central exagerado para este segmento aunque clave a la hora de hablar de rigidez longitudinal. Pero, como ya ocurre en el Ibiza, no hay asideros en ninguna plaza, ni se les espera. Según los ingenieros consultados por Motor 16, no hay porque creen que los clientes de este tipo de vehículos no los necesitan. Eso es un mal menor habitual ya incluso en modelos de nuevo cuño como el Ford Fiesta, pero lo que no nos gusta tanto es que tampoco haya rueda de repuesto de serie como hasta ahora ocurría en España, aunque sí está el hueco ya que opcionalmente se ofrece tanto la de galleta como la de tamaño normalizado. Con todo, la capacidad del maletero con el kit de reparación de serie y contando ese hueco oculto es de 349 litros, 69 más que en el modelo anterior, aunque hay que decir que el depósito de combustible se ha reducido de 45 a 40 litros.

La planta del coche ha mejorado notablemente por diseño pero también porque al ser más ancho y bajo el nuevo Polo parece más deportivo… y lo es. La nueva plataforma es 60 kilogramos más ligera y aunque el peso total del coche no ha variado, esos kilos de menos han permitido ganar en tamaño y equipamiento manteniendo una cifra similar de kilogramos. Además la MQB A0 gana notablemente en rigidez lo que favorece aspectos como comportamiento y seguridad. En comportamiento porque todos los avances realizados resultan favorables para conseguirlo: rigidez del chasis, centro de gravedad más bajo, suspensiones optimizadas, mayor anchura de vías… apoyados por sistemas como la suspensión deportiva o el Chasis Sport Select de suspensión de dureza regulable que en España solo llevará la versión GTI pero que en otros mercados como Alemania será opcional a partir de 95 caballos. En marcha el nuevo Polo va como la seda y se planta sobre el asfalto con una calidad de pisada propia de un coche más grande. Pero no nos pilla de sorpresa después de ver lo bien que va un Ibiza, con el mismo chasis, a nivel dinámico.

Muchos motores para elegir

La gama inicial de motores del nuevo Polo comprende un motor 1.0 que en su versión atmosférica rinde 65 o 75 caballos y en versión TSI, 95 caballos (los más vendidos serán el de 75 y el de 95 caballos). En octubre se abren los pedidos para los motores de gasolina que faltan, como el 1.0 TSI de 115 caballos, el GTI de 200 y el 1.0 TGI de gasolina y gas GNC con 90, que llegarán en diciembre. Y en noviembre ya se podrán pedir los dos diésel 1.6 TDI de 80 y 95 caballos, una gama bastante limitada esta última por el simple hecho de que el mix de ventas del Polo es de un 70 por ciento gasolina y un 30 por ciento diésel. Por último, se espera la llegada de los TDI con cambio DSG en febrero y del Polo GTI con cambio manual el próximo mes de junio.

Motor16

Durante la presentación en Hamburgo, probamos el TDI de 95 caballos con un sonido muy amortiguado y una respuesta sensacional en marchas cortas, pero las relaciones de cuarta y quinta se nos antojan demasiado largas y echamos de menos una sexta marcha. Por su parte el TSI de 95 caballos nos ha gustado más y, según los técnicos de la marca consultados, tan solo gasta un litro más cada 100 kilómetros. De hecho, el consumo medio homologado del Polo 1.0 TSI de 95 caballos es de 4,4 l/100 km, una cifra realmente baja para un modelo de gasolina de casi 100 caballos. Pero no estaría de más, si tu economía te lo permite, desembolsar lo que costará el efectivo y agradable cambio DSG de doble embrague, que incluso se acompaña de levas en el volante por si en un momento puntual, nos queremos divertir con este utilitario.

Desde 14.740 euros

El nuevo Polo está disponible con tres niveles de acabados: Edition, Advance y Sport, con precios que oscilan entre los 14.740 y los 19.460 euros. Pero ya desde la versión básica el equipamiento de serie incluye airbag de cortina delanteros y traseros incluidos los airbags laterales delanteros, detector de peatones, sistema de seguridad Front Assist con freno de emergencia en ciudad, display multifunción basic, pantalla a color de 6,5 pulgadas, llantas de acero de 14 pulgadas y aire acondicionado manual. Por 750 euros más, la versión Advance incluye equipamiento valorado en 1.700 euros como las llantas de aleación de 15 pulgadas, la pantalla táctil de 8 pulgadas, el paquete cuero, o el sistema ACC de control de velocidad con radar, entre otros. Y por otros 750 euros más, la versión Sport lleva equipamiento adicional por valor también de 1.700 euros. Es el caso de elementos como las llantas de aleación de 16 pulgadas, el climatizador automático, los cristales tintados o las luces antiniebla con luz de giro. Pero el nuevo Polo sorprende con su lista de equipamientos opcionales ya que ofrecerá faros Full LED (1.065 euros menos en acabado Edition), Acceso y arranque sin llave (385 euros en acabado Sport), detector de ángulo muerto con asistente de salida de aparcamiento, asistente de aparcamiento automático Park Assist, navegador con pantalla de 8 pulgadas, sistema de sonido Beats, carga del móvil por inducción, llantas de aleación de hasta 17 pulgadas (18 en el GTI), asientos delanteros térmicos, el techo solar panorámico más grande del segmento, acabado en línea R-Line y la ultima evolución del Digital Cockpit de 11,7 pulgadas que llegará en diciembre a la vez que el Polo GTI DSG que lo llevará de serie . Este cuadro de instrumentos configurable ya visto en Passat y Golf convierte el habitáculo del nuevo Polo en un espacio de calidad (con salpicadero en parte realizado en material blando) y refinamiento difícil de encontrar en otro modelo del segmento.

Además, todo aquel que quiera tener un Polo único podrá personalizarlo con 14 colores exteriores, 12 tipos diferentes de llantas, 11 tipos de tapicería, un techo negro… Y la evolución en cuanto a infoentretenimiento se refiere ha sido brutal ya que en combinación con el VW Digital Cockpit surge un impresionante universo digital e interactivo en el salpicadero. Y es que el nuevo Polo cuenta con la generación más nueva de infotainment, con pantallas de entre 6,5 y 8,0 pulgadas. Los modelos disponibles son el «Composition Colour» (infotainment con radio de 6,5 pulgadas), el «Composition Media» (infotainment con radio y reproductor de CD de 8 pulgadas) y el «Discover Media» (infotainment con radio, navegación y reproductor de CD de 8 pulgadas).