Los patinetes eléctricos han sido elegidos por muchos urbanitas como su forma favorita de recorrer diariamente ciertos trayectos en ciudad. Su uso no ha sido potenciado por las administraciones y, pese a ello, cada vez tiene más presencia en las calles. Esta forma de transporte 100% eléctrica es ideal por su comodidad, rentabilidad y versatilidad.
La popularización del patinete eléctrico es la prueba viva de cómo una forma de transporte cómoda y sostenible se puede generalizar por elección de los consumidores y no por imposición. Las empresas se han apuntado a esta tendencia tan popular y cada vez proliferan más empresas de alquiler de patinetes, que simplifican aún más esta forma de movilidad. Sin embargo, pese a su alta demanda hay una ciudad europea que podría ser la primera en prohibir estos dispositivos.
Más de 300 accidentes al año con patinetes
En París se registraron en 2021 un total de 247 accidentes con patinetes eléctricos, motivados por un mal uso. Esta siniestralidad se saldó con el fallecimiento de una mujer que resultó atropellada. Mientras que 2022 esa cifra ha aumentado por encima de los 337 accidentes y las muertes de dos adolescentes, lo que provocó que el Ayuntamiento de Lyon prohibiera su utilización en menores de 18 años. Las compañías de alquiler se defienden argumentando que la gran mayoría de accidentes se producen con patinetes domésticos.
El ejecutivo francés también pone entredicho que estos vehículos sean “ecológicos y sostenibles” porque consideran que tienen una vida útil muy corta y que muchos patinetes eléctricos viejos acaban en el fundo del rio Senna.
