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Los cinco coches de calle que esconden un Fórmula 1 en su interior

A lo largo de la historia, solo unos pocos fabricantes se han atrevido a fabricar un Fórmula 1 homologado para circular por la calle. Estos son los cinco coches que esconden una auténtica bestia de la categoría reina del automovilismo en su interior.

Los Fórmula 1 son los coches más rápidos que existen. Ningún otro automóvil está a la altura de estos monoplazas en términos de prestaciones. Puede que sean más rápidos en línea recta o necesiten menos tiempo para completar el 0 a 100 km/h, pero, en términos generales, los Fórmula 1 son los coches más veloces sobre la faz de la tierra.

BMW M5 E60: un Fórmula 1 para toda la familia

Formula 1 BMW M5 1 Motor16

Unos años más tarde que el Ferrari F50, BMW siguió la misma estrategia con la cuarta generación del BMW M5, conocido por el código E60 (E61 con carrocería familiar). Tras el BMW M5 E39, la marca de la hélice había dejado el listón tan alto que era difícil superarlo. ¿La solución? Coger el motor V10 del BMW-Williams de Fórmula 1 para animar a esta berlina de tamaño medio.

bmw m5 e60 2 Motor16

Este bloque de 10 cilindros en V derivaba del motor P80 que usaban los BMW-Williams que pilotaron los años anteriores figuras de la talla de Juan Pablo Montoya o Ralf Schumacher. A diferencia del Ferrari F50, el BMW M5 estaba enfocado a un uso convencional, puesto que era una berlina y no un superdeportivo. De hecho, ofrecía la misma practicidad que cualquier Serie 5 diésel o gasolina, tanto en su versión berlina como en la variante Touring de corte familiar.

bmw m5 e60 5 Motor16

El BMW M5 V10 estuvo a la venta desde 2004 hasta 2010 y es una de las creaciones más legendarias de BMW M. Su sonido sigue poniendo los pelos de punta hoy en día, sobre todo cuando el propulsor V10 atmosférico de 5.0 litros gira a 8.250 rpm, el límite con su zona roja.

bmw m5 e60 3 Motor16

Este motor, que descansaba longitudinalmente en la parte delantera, desarrollaba 507 CV y podía asociarse a una caja de cambios manual de seis relaciones o a una automática SMG III de siete marchas. Siempre con tracción trasera. El BMW M5 alcanzaba los 305 km/h y aceleraba de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos.