En los últimos años, se ha observado una marcada disminución en el número de jóvenes que optan por obtener su carnet de conducir. Esta tendencia, que ahora se consolida, ha sido objeto de análisis y debate, con diversos factores que inciden en este cambio generacional en la relación con la movilidad y la conducción.
Según datos recopilados durante los últimos 15 años, los carnés adquiridos por jóvenes de entre 18 y 20 años han experimentado una alarmante caída del 26%. Esta tendencia, aunque recientemente consolidada, ha sido objeto de atención durante años, apuntando hacia un cambio en las preferencias y actitudes de las generaciones más jóvenes.
2La cuestión económica
El temor a conducir, los altos costos asociados a la propiedad de un automóvil (incluyendo el precio del vehículo, el seguro y el combustible), la falta de tiempo para dedicar al proceso de obtención del carné, y la comodidad de depender de otras personas para el transporte, son factores adicionales que han contribuido a esta disminución.
El costo del carné de conducir también es un aspecto crucial. Con un rango general que oscila entre los 800 y 1.500 euros, que incluye tasas, clases teóricas y prácticas, exámenes médicos y material de estudio, muchos jóvenes con ingresos modestos encuentran difícil asumir este gasto.
Además, las dificultades asociadas con la conducción, como la búsqueda de estacionamiento y las restricciones al tráfico privado en algunas ciudades, han disuadido a muchos jóvenes de buscar la adquisición del carné.
