Cuando dos marcas del calibre de Bentley y Breitling se unieron hace casi 20 años, pocos pensaban que su historia iba a tener tan larga duración, pero el caso es que han caminado de la mano por prácticamente dos décadas, años en los que los éxitos de uno y otro han colaborado para hacer que ambas compañías creciesen.
25 ejemplares y 49.000 euros por cada uno
Sin embargo, toda historia se ve abocada a un final, y esta no es una excepción. Las dos compañías emprenderán caminos separados a partir de ahora, pero antes de partir por su propia cuenta, un último reloj coronará su asociación. Se trata de un Breitling Premiere B21 Chronograph Tourbillon 42 Bentley Limited Edition, un reloj que, a pesar de que te dejará sin saliva ni aliento cada vez que quieras decir qué llevas en la muñeca, es toda una obra de arte. Para empezar pertenece a una serie limitada a 25 unidades, con un coste por cada una de ellas de nada meno que 49.000 euros. Además, el diseño del mismo está basado en una reinterpretación de los Breitling Premiere originales de los años 40.
Como colofón, el reloj tiene una caja de 42 milímetros hecha en oro rojo de 18 quilates, una correa de caiman en color marrón dorado y una esfera en color verde, homenaje al British Racing Green que tantas veces ha decorado los coches de Bentley.
El principio
Así es como se despiden dos lujosas y exigentes compañías que empezaron su andadura allá por el año 2002, cuando Bentley se puso en contacto con Breitling para que le fabricase el reloj del salpicadero del Continental GT. Ese momento fue un antes y un después para Bentley, pues con ese modelo comenzaba una ofensiva y un crecimiento sin precedentes para ellos. Tanto es así que, desde la aparición del Continental GT, la compañía ha construído más del triple de vehículos de los que había fabricado en los 90 años anteriores.
