comscore

Si sufres un ataque de ansiedad al volante, así debes reaccionar

La ansiedad es una emoción vital muy racional. Mucho más si lo pensamos fríamente sDVy nos damos cuenta de que nuestro cuerpo simplemente quiere prepararse física y mentalmente ante una posible amenaza. Incluso Eduard Punset advertía que puede ser positiva al volante… por algo sería. Pero es evidente que hay casos y casos. Los límites nunca deben sobrepasarse.

A nivel clínico, la ansiedad asociada al volante se trata de un tipo de trastorno que va más allá del miedo. Se podría decir que es un temor irracional a algo que no representa un peligro real y que se manifiesta a través de síntomas físicos, como es el caso de la sudoración, la taquicardia o las náuseas. También, eso sí, psicológicos… por cierto, nada desdeñables. El miedo a conducir, o amaxofobia, es un trastorno serio. Y no debemos pasarlo por alto.

¿Qué se puede hacer ante la ansiedad?

Lo mejor para combatir la ansiedad es aprender habilidades que ayuden a gestionar o controlar nuestras emociones. En trastornos leves, no dejar de conducir es fundamental. Pero hay que hacerlo en trayectos conocidos, mantener una actitud positiva y no dejarse intimidar por otros conductores.

Muchos expertos son muy reacios a aplicar tratamiento farmacológico para la ansiedad, asegurando que esta no es la solución porque evita los síntomas, pero no elimina el trastorno de raíz. Los efectos secundarios, además, aumentan.

Controla los medicamentos