No es de extrañar que el McLaren P1 sea capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 2,8 segundos. Pero los 200 km/h los alcanza en 6,8 segundos, mientras que en 16,5 segundos ya rueda a 300 km/h. Su velocidad punta se cifra en los 350 km/h, que están limitados electrónicamente. A esa velocidad su elaborada aerodinámica es capaz de generar 600 kilos de carga, muchos de ellos proporcionados por el alerón posterior, que puede funcionar como «aerofreno», pero también como un sistema DRS al más puro estilo de los monoplaza de Fórmula 1.