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Primera prueba del Ford Bronco 2023: Todoterreno hasta decir “basta”

El Ford Bronco ya está en España y no hemos dejado pasar la ocasión de probarlo. Nos hemos puesto al volante de las dos versiones disponibles en Europa: Outer Banks y Badlands, ofrecidas ambas con carrocería de cinco puertas y motor 2.7 V6 biturbo de gasolina.

Lo primero que hay que comentar es que su aspecto resulta impactante. Sus grandes neumáticos y escasos voladizos hacen que, en foto, parezca claramente más pequeño de lo que es en vivo. Si bien su longitud resulta relativamente comedida (4,80 metros), el Ford Bronco es ancho (1,94 metros) y muy alto (1,96 metros). Entre sus dimensiones, sus neumáticos de 33’’ de diámetro (cerca de 84 cm), su notable altura libre al suelo (26,1 cm) y las líneas rectas de su carrocería, es difícil que el nuevo todoterreno de Ford pase inadvertido entre el resto del tráfico.

Hablamos de la versión Badlands, la más “musculosa”, si bien las medidas del Outer Banks son similares. Ford ha decidido traer estos dos acabados para abarcar el mayor espectro posible de clientes sin tener que diversificar demasiado la oferta de un vehículo que se venderá en función de un stock centralizado para toda Europa.

Ford Bronco prueba 47 Motor16

Según nos explican en Ford España, a lo largo del año irán llegando barcos cargados de Broncos, fabricados en Michigan (EE.UU.) que irán nutriendo ese stock, y los diferentes países de Europa se servirán de él. Es imposible precisar cuántos Ford Bronco llegarán a España porque no se sabe ni siquiera cuántos podrían desembarcar en Europa, algo que dependerá en gran medida de cómo vaya la media de emisiones a lo largo del año. Si hay disponibilidad, en Ford España creen que podrían vender sin problemas 400 o 500 unidades, pero es hablar por hablar.

Lo que está claro es que el Ford Bronco será un vehículo exclusivo en Europa, donde llega muy equipado, con un único y potente motor y con unos precios de 86.896 euros para el Outer Banks y 91.497 para el Badlands. No habrá ofertas ni promociones de lanzamiento. Quien quiera un Ford Bronco, tendrá que pagarlo.

Las diferencias entre el Ford Bronco Outer Banks y el Badlands

Para entendernos, el Ford Bronco Outer Banks es como un Jeep Wrangler Sahara, mientras que el Badlands sería equivalente a un Rubicon. Las comparaciones pueden ser odiosas, pero hacen que la vida sea más sencilla.

El Outer Banks cuenta con neumáticos Bridgestone Dueler A/T en medida 255/70 R18, mientras que el Badlands dispone de ruedas BFGoodrich All-Terrain T/A en medida 285/70 R17. Ambas son cubiertas todoterreno mixtas, pero las norteamericanas están más indicadas para un uso intensivo fuera del asfalto que las japonesas y, desde un punto de vista puramente estético, también hacen que el Badlands resulte claramente más llamativo.

Ford Bronco prueba 27 Motor16

Estéticamente, hay también diferencias en los aletines de los pasos de rueda (sin pintar en el Badlands), pero donde el Badlands da el do de pecho es en materia de recursos todoterreno, ya que dispone de tracción total permanente (conectable en el Outer Banks), bloqueo de los diferenciales trasero y delantero, así como barra estabilizadora desconectable.

Así va el Ford Bronco 2023

Hechas las presentaciones, vamos a lo que realmente importa. Subimos (literalmente) al habitáculo, donde resulta fácil lograr una buena postura al volante. Ni los mandos más habituales ni la interfaz multimedia requieren de un periodo de aprendizaje, y resulta sencillo hacerse con las dimensiones del vehículo.

En ciudad, hay que ser cautos con la anchura, con la altura (si buscamos un aparcamiento subterráneo) y con la batalla, que puede hacer que alguna columna pase demasiado cerca del aletín de la rueda trasera interior. Pero lo cierto es que el Ford Bronco maniobra con facilidad, ayudado por el sistema de cámaras 360º, y en ningún momento tenemos esa sensación de “dónde me he metido” que sí puede llegar a generar, sin ir más lejos, un Ford Ranger Raptor.

Ford Bronco prueba 4 Motor16

No obstante, la mayor sorpresa viene en cuanto salimos a la carretera, y es una sorpresa muy positiva. El Ford Bronco es razonablemente cómodo, y su aislamiento acústico es claramente superior al del Jeep Wrangler, que cuenta también con puertas y techo desmontables. Pero lo mejor es que nos encontramos ante un vehículo con una dirección no ya precisa o rápida pero sí agradable, que te proporciona cierto feedback y capacidad de autocentrado, algo poco habitual en un todoterreno puro.

La clave está en las suspensiones independientes del tren delantero y en la dirección de cremallera, algo con lo que los todoterrenos de eje delantero rígido no pueden competir. Además, el hecho de no disponer de un robusto eje rígido en el tren delantero no supone, ni mucho menos, renunciar a unas formidables capacidades todoterreno.

El Ford Bronco Badlands, fuera del asfalto

De entrada, hay que aclarar que, tal y como salen del concesionario, el Ford Bronco Badlands y el Jeep Wrangler Rubicon son los reyes indiscutibles fuera del asfalto. Por supuesto, no hay que olvidar al Mercedes Clase G, al Suzuki Jimny, al Ineos Grenadier o al mismísimo Ford Ranger Raptor, pero bien por cotas (Raptor), bien por neumáticos (Clase G y Jimny) o bien por falta de bloqueos de los diferenciales (Jimny), Wrangler y Bronco están en otra liga.

Ford Bronco prueba 3 Motor16

De entrada, con el Ford Bronco Badlands tenemos tres grupos de mandos que nos ayudarán a sacarle el máximo partido. El primero es el selector de modos de conducción o, más bien, de “escenarios”, con programas específicos para asfalto y programas para todoterreno, incluido un modo “Baja” que es auténticamente adictivo sobre pistas de tierra. Para elegir cada uno de estos modos hay que girar a derecha o izquierda el conmutador circular que encontramos en la zona baja de la consola central.

En segundo lugar, en la misma “rueda” pero en el interior, encontramos los botones que gobiernan la tránsfer. El Ford Bronco Badlands nos permite circular en tracción trasera, total permanente con conexión automática variable del tren delantero, total conectable con bloqueo interaxial (sólo para campo) y lo mismo con reductora.

Y para rematar la faena, en lo alto del salpicadero hay pulsadores para bloquear los diferenciales trasero y delantero (siempre en este orden, por favor), para desacoplar la barra estabilizadora delantera, para desconectar casi totalmente el control de estabilidad y para girar en menos espacio bloqueando el freno de la rueda interior trasera, una novedad brillante que seguro que en el futuro vemos copiada por alguno de sus rivales.

Ya hablaremos más adelante y más en profundidad de lo que puede hacer en campo y lo que no esta bestia del todoterreno, pero de entrada baste decir que nos han sorprendido muy positivamente sus suspensiones, capaces de devorar los obstáculos y de proporcionarle una motricidad sobresaliente.

También tenemos que destacar sus prestaciones pero, sobre todo, su consumo, mucho más comedido que el del Ford Ranger Raptor. Si en el pick up resulta muy difícil bajar de los 15 litros/100 km, en el Ford Bronco es sencillo situarse entre dos y tres litros por debajo, con unas prestaciones que no tienen nada que envidiarle.

Y por hoy no vamos a contarte más. Simplemente te diremos que ha superado todas nuestras expectativas. Habíamos visto vídeos, conocemos de sobra lo que es capaz de hacer el Ford Ranger Raptor, sabemos que Ford tiene los recursos y el know how para desarrollar todoterrenos excepcionales, pero este Bronco Badlands es una auténtica bestia del todoterreno; una especie de preparación llave en mano que hará las delicias de cualquiera que disfrute del entorno natural.