La artesanal compañía VLF Automotive presentó en el Salón de Detroit de 2016 este impresionante Force 1 V10, un deportivo fabricado de forma artesanal del que pretendían crear 50 ejemplares. Sin embargo, esta compañía automovilística fundada por Henrik Fisker, Gilbert Villarreal y Bob Lutz (la primera letra de sus apellidos da lugar al nombre de la marca) se dice que solo consiguió fabricar cinco unidades. Y esta que tienes ante tus ojos se ha puesto a la venta por medio del exclusivo concesionario Canepa.
El propio Henrik fue el encargado de diseñar este VLF Force 1 V10 (recuerda que el también fue responsable de diseño del BMW Z8 y del Aston Martin DB9 entre otros), cuya carrocería luce componentes de fibra de carbono y lo diferencia claramente de su donante, pues esta criatura nace de la base de un Viper. Ese uso del carbono permite que esta criatura se quede en unos 1.540 kilos de peso.
Hasta las llamativas llantas de 21 pulgadas fueron diseñadas y fabricadas para la ocasión. Y van equipadas con neumáticos Pirelli P Zero en medida 305/25 R21 delante y 355/25 R21 detrás. Tras ellas hay un potente equipo de frenos firmado por Brembo.
Utiliza la base de un Viper
El interior si que recuerda más al Viper, aunque VLF Automotive trabajó duro para revestir todo su habitáculo en cuero y alcántara, que en esta unidad apuesta por un llamativo color rojo. Aquí dentro también se utilizó de forma masiva la ligera fibra de carbono.
El motor 8.4 V10 atmosférico utilizado por los deportivos Viper fue debidamente actualizado por VLF Automotive, de forma que la potencia alcanzaba los 755 CV, mientras que el par motor era de 865 Nm. Todo esto era enviado a las ruedas traseras por medio de un cambio manual firmado por Tremec y con seis velocidades. Así no es de extrañar que esta criatura pueda alcanzar los 350 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en unos tres segundos.
Esta joya apenas ha recorrido en todo este tiempo unas 1.078 millas, el equivalente a 1.735 kilómetros. Su precio no se ha dado a conocer, pero en su día VLF Automotive estaba pidiendo nada menos que 300.000 dólares por cada pieza.