A pesar de que apenas supera las 60 hectáreas de extensión, en la zona de bajas emisiones de Plaza Elíptica la cantidad de multas impuestas por el Ayuntamiento de Madrid es hasta ocho veces mayor a la que registra el distrito Centro. La culpa la tiene el túnel subterráneo de 100 metros que atraviesa la Plaza de Fernández Ladreda. Constituye el paso natural de aquellos conductores que acceden a la M-30 desde la A-42.
Está claro que tanto tráfico no hace ningún bien a la zona. La propia plaza y sus alrededores conforman, desde hace varios años, una de las zonas que más contaminación registra en toda la ciudad y, precisamente, con la intención de paliar esta situación, se diseñó la zona de bajas emisiones de especial protección (ZBEDEP) de Plaza Elíptica, para disminuir la concentración de gases y partículas contaminantes.
Algunos ejemplos de mala señalización
Las señales verticales de aproximación a la zona utilizadas por el Ayuntamiento de Madrid no se corresponden con el formato y prescripciones técnicas. Es más, se han sustituido los típicos pictogramas con los distintivos medioambientales de los vehículos que sí pueden utilizar el túnel por una leyenda bastante confusa si hablamos de tomar decisiones en décimas de segundo: ‘EXCEPTO VEHÍCULOS AUTORIZADOS’.
«Los conductores tienen obligatoriamente que acudir al Boletín Oficial de la Comunidad y leerse los más de 200 folios que tiene la Ordenanza de Movilidad Sostenible para saber si pueden o no circular por esa zona», dicen desde la AEA, que también insiste en que «tampoco hay señales advirtiendo de la captación de imágenes de vehículos y su tratamiento conforme a la Ley Orgánica 3/2018». Por tanto, hay motivos suficientes para que este asunto no caiga en saco roto y se persiga la conformidad de aquellos a los que les ha tocado ‘pagar la novatada’.
