Mantener el coche limpio es fundamental para la seguridad vial… tanto que si no lo haces te puedes llevar una multa por pasarte de sucio. Por suerte existe el túnel de autolavado, que nos permite hacerlo con las mejores herramientas y solo tienes que elegir el programa deseado, esperando unos minutos hasta que el coche abandona las instalaciones completamente limpio.
¿Parece lo más cómodo, no? De hecho puede ser hasta relajante ver cómo tu coche pierde todo rastro de suciedad, queda como nuevo y pasa del enjabonado al aclarado en un santiamén sin esfuerzo alguno… Pero también esa placentera y despreocupada sensación puede transformarse en angustia, miedo y sufrimiento.
El deterioro no exonera al túnel de autolavado
Imagina que la empresa alega que un picotazo en la luna delantera fue el responsable último de que se rompiera el parabrisas. En estos casos, sabemos por casos ocurridos, que el empleado es el responsable de no haber alertado sobre esa situación y del riesgo de rotura del cristal por la presión del agua.
Por tanto, la estación de servició debe indemnizar al afectado con el pago de los daños, así como con los intereses y las costas judiciales. Es decir, no hay atenuante alguno porque hubiera un desperfecto previo. Recuerda que la estación se compromete siempre a no causar daños y perjuicios que puedan ocasionarse a quienes utilicen el túnel de autolavado. El consejo, por tanto, es reclamar al titular del autolavado y a su aseguradora.
