«Aparcaré ahí», «¡cuidado hay un vado!», «pero si ese vado no es actual…», «A ver si te lleva el coche la grua». Parecen frases destinadas a concatenarse en nuestro afanamiento diario por encontrar un hueco. Cada vez resulta más difícil aparcar y los vados no nos lo ponen nada fácil con sus imprecisiones, la verdad sea dicha.
Ciñémonos a la teoría… ¿Qué es un vado permanente? Se trata de «una licencia expedida por el ayuntamiento que reconoce y reserva al propietario de la misma el derecho de entrada y salida de un determinado acceso. Lo hace durante las 24 horas y los 365 días del año o durante una determinada franja horaria que debe aparecer reflejada en la señal R-308 que lo representa».
Cómo identificar correctamente un vado
Busca si hay una señal de vado… ¡y no te confundas! Debe de ser una señal homologada, por lo que siempre tiene que cumplir unos requisitos. Da igual que sea de Badalona o de Getafe, lo normal es encontrar la señal R-308 en la pared, junto a la puerta; debe estar hecha de chapa de acero de 2 mm e incrustada con una brida de circunferencia de 25 mm. Ha de contener escudos de la ciudad, además de incluir número de licencia, título de vado y horario para la reserva (o si es permanente).
Si te fijas, a la señal se unen en algunas ocasiones unas llamativas líneas amarillas. Su función es delimitar el lugar, aunque esto va a depender siempre de la normativa del ayuntamiento en cuestión.
